La llegada de la masa de aire polar provocó ayer las primeras nevadas de importancia del invierno en las cumbre altas de la provincia -sierra de Aitana- pero no llegó a cuajar en los cascos urbanos, aunque última hora de la mañana cayó con fuerza e incluso bajó la cota. Un situación que duró poco tiempo y volvió a subir para dejar el manto blanco en la montaña. Hizo frío y la máxima no pasó de los 14 grados en la costa y de los 6 en localidades del interior. Volvió a llover pero una precipitación muy ligera que dejó un media de unos 3 litros por metro cuadrado. La previsión para hoy es de una mejoría sustancial y mañana miércoles volverá el anticiclón y el ascenso térmico.

La nevada se produjo, según explicó Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, por un frente activo, acompañado de una masa de aire muy fría de origen polar, que provocó el desarrollo de nevadas en varios puntos del interior. Las primeras -y únicas- nieves de importancia del actual invierno de 2016, que se ha caracterizado por todo lo contrario, es decir, por el registro de temperaturas más altas de lo normal y práctica ausencia de precipitaciones.

Las lluvias y ligeras nevadas no van a compensar, según Olcina, sin embargo, el elevado déficit de precipitaciones que se viene registrado en toda la provincia de Alicante y especialmente en las comarcas del interior montañoso desde el pasado mes de noviembre. «Se trata, además, de un episodio muy efímero, porque está previsto que el miércoles se produzca una progresiva recuperación de termómetros y vuelva el ambiente anticiclónico y el tiempo estable y soleado a toda España y también a la provincia», subrayó el climatólogo.

La nieve volvió a visitar las montañas más altas de la provincia. Después de las precipitaciones registradas el pasado 28 de febrero, que atrajeron a cientos de visitantes coincidiendo con el fin de semana, enclaves como Aitana, la Font Roja, el Montcabrer, el Maigmó o el Alt de la Barcella se tiñeron de nuevo de blanco en una de las escasas demostraciones de este invierno inusualmente cálido.

La lluvia empezó a caer alrededor de las once de la mañana en las comarcas del interior norte de la provincia, con registros que oscilaron entre los cinco y los seis litros de agua por metro cuadrado. Las precipitaciones, que cesaron a primera hora de la tarde, fueron en forma de nieve a partir de los 900 metros, incluso en cotas inferiores de manera muy puntual, lo que propició que las montañas más altas de l'Alcoià, El Comtat, la Foia de Castalla, l'Alacantí y la Marina Baixa se tiñeran de blanco. Este es el caso de Aitana, la cima del Montcabrer en Mariola, la parte más elevada de la Font Roja, el Maigmó y el Alt de la Barcella, en Banyeres.

En estos enclaves llegó a acumularse un manto de hasta unos tres centímetros de espesor, si bien el aumento de las temperaturas con el transcurso de la jornada propició que se derritiera, salvo en los puntos más elevados.