La Concejalía de Urbanismo ha paralizado las obras para transformar parte del antiguo centro comercial Panoramis en un mercado gourmet, al estilo de los que tanto éxito tienen en otras ciudades de España.

Según explicó ayer el concejal del área, Miguel Ángel Pavón, la paralización de los trabajos se debe a que la empresa encargada de su ejecución habría llevado a cabo «una modificación de la edificabilidad, aumentando el número de metros cuadrados».

Para ello, la empresa solicitó «una declaración responsable», una figura que, según reconoce Pavón, «no sería la más adecuada para las obras que se están llevando a cabo». Miguel Ángel Pavón explica que no hay concordancia entre lo solicitado inicialmente por Marina de Poniente -el acondicionamiento parcial en planta baja del inmueble, que incluye obra de demolición, acondicionamiento y redistribución interior-, y lo que se está haciendo, «ya que se han modificado parámetros urbanísticos como la superficie útil permitida, al aumentar el número de metros cuadrados». Así, el Concejal de Urbanismo requiere a la mercantil que en el plazo de dos meses desde la notificación de esta resolución, solicite la correspondiente licencia urbanística para legalizar la obra.

Esta paralización de las obras supone todo un contratiempo para la empresa que trata de revitalizar el abandonado Panoramis. Y es que su intención es que los trabajos estén concluidos para las próximas Hogueras.

Medio centenar de barras

El proyecto del mercado gourmet contempla la creación de un gran espacio abierto con cincuenta y seis barras que ofrecerán una gran variedad de productos, desde las ostras a los quesos pasando por cualquier tipo de manjar. La oferta gastronómica se completará con la reactivación del Ágora de Panoramis, con la apertura de seis pubs para que los visitantes puedan tomarse después de comer una copa en el recinto, creando de esta manera otra zona de tardeo en ese punto singular de la ciudad de Alicante.

Panoramis comenzó una deriva que le llevó a convertirse en un lugar «fantasma» en 2012, cuando la empresa que lo gestionaba entró en concurso de acreedores.