Presidentes y directores de más de 65 centros educativos concertados de la provincia de Alicante, reunidos por primera vez de forma masiva en asamblea general en Alicante, dieron ayer la voz de alarma sobre el perjuicio que entienden que les causa el nuevo Consell desde que anunciara la supresión del distrito único para la próxima matriculación de cara al curso que viene.

Contrarios a lo que para el conseller Marzà implica una igualdad de oportunidades para cuantos se escolarizan en centros sostenidos con fondos públicos, porque sostienen que esta medida acaba con la libertad e elección por parte de los padres, los representantes de los centros concertados lamentan que con este tipo de políticas «el conseller gobierna sólo para los que piensan como él, pese a que hay gente de muchos colores», como destaca la presidenta de la federación provincial de padres «Escuela y Familia», Julia María Llopis.

«Queremos transmitir a la Conselleria de Educación que este no es el camino que lleva a la inclusión de todos, pues excluye y olvida y ningunea a una tercera parte de las familias con hijos en edad escolar en la Comunidad y no atiende la demanda social».

Ataque

Enfocada hacia la campaña «la escuela de tu hijo la eliges tú», iniciada por Feceval -la federación de centros concertados-, la asamblea del colectivo puso en evidencia que «las acciones llevadas a cabo por el nuevo consell han ido dirigidas exclusivamente a finiquitar y eliminar la escuela concertada», en palabras de Llopis.

Directores y padres de alumnos se sienten seriamente amenazados: «Con los planteamientos actuales no podemos ver otra cosa que no sea un ataque directo destinado a eliminar cualquier oferta educativa distinta de la pública», señalaron.

Los representantes de los padres alertaron asimismo de que la vuelta a la distribución de colegios por zonas «obligará a las familias a que sólo puedan elegir en la práctica el colegio del barrio, lo que va en detrimento claro de la libertad de elección de centro y no garantiza que en todas las zonas de influencia haya un colegio privado concertado para otorgar la posibilidad de elegir».

Se sienten ninguneados y desatendidos pese a las «promesas iniciales de diálogo» que ofreció el nuevo Consell y destacaron su intención de plantar batalla para poder «sobrevivir». Se quejaron de que los centros públicos «no se verán obligados a desarrollar y trabajar por obtener buenos resultados, porque el nuevo sistema les asegura cómodamente el número de alumnos», concluye Llopis.