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Los centros comerciales buscan un milagro

Las grandes superficies ven en la apertura todos los domingos la salvación

Los centros comerciales buscan un milagro isabel ramÓN

«Los centros comerciales del futuro serán aquellos que se adapten mejor a las necesidades y movimientos de la sociedad. Las ciudades de España donde los extranjeros pueden comprar sin limitación de tiempo ni espacio son las que mejor funcionan desde el punto de vista comercial, como Madrid, Barcelona o Málaga». Es la opinión de José Palacios, gerente del centro comercial Plaza Mar 2, que ha acogido con entusiasmo la libertad comercial en domingo que quiere aprobar el alcalde dado que es mucho más de lo que este centro, Gran Vía y Puerta de Alicante pactaron con el Ayuntamiento y el Consell del PP hace un año, que era abrir sólo los domingos de Semana Santa y verano, además de en Navidad los festivos aprobados por el Consell.

Palacios considera que la apertura en domingo puede atajar la crisis de un formato de comercio, el de las grandes superficies, que arrasó en todo el mundo pero que da síntomas de agotamiento en Europa y Estados Unidos. Y, sin ir tan lejos, en Alicante, donde algunas de ellas no terminan de consolidarse, como el Puerta de Alicante, que está en venta, o el área de Vistahermosa, que ha registrado diversos cierres y aperturas. Según un estudio del Ayuntamiento, Alicante cuenta con una de las mayores densidades comerciales del país. Sus seis centros comerciales suman 534 metros cuadrados de superficie comercial por cada mil habitantes, 200 por encima de la media nacional.

La apertura total es vista por el sector de las grandes superficies como el dorado para el gran comercio. «Y más en una ciudad como Alicante, que se encamina al turismo de cruceros y a ser puerto base. Es una necesidad que tenemos que cubrir, si no al final se irán», dice Palacios. «Tenemos que irnos reconvirtiendo y a la libertad de horarios unir rutas de shopping, ocio y servicios, adaptándonos a lo que requiere el mercado, sea público extranjero o nacional. Lo que no tiene sentido es que vengan 3.000 personas un domingo y esté cerrado. Alicante saldrá beneficiada, los restaurantes estarán llenos, también será bueno para los locales comerciales próximos y se generará empleo. Eso es beneficio para la ciudad y riqueza».

Los expertos consideran que abrir todos los domingos los centros comerciales no es la panacea. En los estudios que realiza con sus alumnos Mayo de Juan, profesora del departamento de Marketing de la facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Alicante, aparece con claridad, según explica, el fenómeno «demalling», acuñado en Estados Unidos para hablar de la reinvención o desaparición de los mall o centros comerciales tras su periodo de decadencia.

En la misma línea, el profesor de Urbanismo y experto en Comercio de la UA, Armando Ortuño, señala que a nivel internacional se observa que los centros comerciales localizados en puntos de la periferia que carecen de una oferta diferenciada y especializada tienen cada vez más problemas para subsistir. «Sólo con las franquicias habituales se ha demostrado el efecto perjudicial en los centros urbanos». Como ejemplo diferenciador, citó la tienda de Ikea, sin el polémico macrocentro comercial, un establecimiento claramente especializado, «que no genera rechazo y que daría valor a la oferta existente en Alicante». «Aportaría a una zona periférica una oferta complementaria que no existe en el territorio donde se quiere implantar ni en las áreas metropolitanas», apuntó. También habló de la feria de Navidad, «que nadie la rechaza porque no existe en el área metropolitana» en la línea de complementar comercio y ocio. «Los centros comerciales deben reorientarse a una oferta especializada con productos no existentes y que no tienen nicho de mercado, sobre todo actividades lúdicas, infantiles, juveniles o deportivas, que no existen ahora. No creo que la salvación pase por la apertura dominical». Ortuño estima que representará una gran competencia para el comercio más pequeño y tradicional.

Desde el Ayuntamiento de Alicante, el asesor de Comercio, Pedro de Gea, no considera que esté en declive el formato de centro comercial. «Lo que era novedad se ha equilibrado con el comercio urbano, han aprendido a convivir». Según de Gea, las grandes superficies se han integrado en el entramado comercial, en ventas han ido a la par y empieza a crecer el volumen de facturación de unos y otros. El asesor de Comercio considera que, para sobrevivir, las grandes superficies del término municipal han de modernizarse y adaptarse a los tiempos. «Hay que conseguir que Alicante vuelva a ser capital de compras de la provincia porque no puede vivir sólo del cliente de la ciudad con tantos metros cuadrados comerciales».

La clave estaría en potenciar el elemento diferencial, como dice también el profesor Ortuño. «Cada localidad grande de la provincia tiene un centro comercial, lo que no tienen es una oferta conjunta de centro comercial y comercio urbano como sí posee Alicante, con rutas diferenciadas como la de ceremonia y la de ropa de bebé».

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