El objetivo es seleccionar los embriones más viables en un tratamiento de reproducción asistida. Para este fin, la Universidad de Alicante y la Unidad de Reproducción de la Clínica Vistahermosa han desarrollado un sensor capaz de medir el lactato, una molécula presente en el líquido que rodea al embrión, y en función de su concentración dar información sobre la calidad y viabilidad del mismo. «De esta forma tenemos una herramienta adicional para mejorar las tasas de implantación, seleccionando el mejor embrión resultante de la fecundación in vitro a transferir al útero materno», señala Jesús López Gálvez, director de la Unidad de Reproducción Vistahermosa. Así además se puede conseguir implantar un sólo embrión, evitando un embarazo múltiple, ya que la legislación española permite transferir hasta tres. El sensor ha sido desarrollado en colaboración con el Instituto de Electroquímica Aplicada de la Universidad de Alicante. Su director, Vicente Montiel, señaló ayer que se trata «del primer dispositivo de estas características». En este sentido, el trabajo ya ha sido patentado a nivel nacional, «y ahora se abre el plazo para registrarlo a nivel internacional».

Los investigadores confían que en el plazo de un año el dispositivo se pueda incorporar a la rutina de trabajo.

Además de la rapidez en la que arroja los resultados, otra de las ventajas es que su coste es mucho menor al de otras técnicas. Y es que, actualmente, los investigadores disponen de otras herramientas para estudiar la viabilidad del embrión, como es el estudio de su morfología o los diagnósticos genéticos preimplantacionales.