El escultor Adriano Carrillo tiene ya preparadas las doce estatuillas que se reparten esta tarde en la Gala de los Premios «Importantes». Lleva casi 20 años encargándose de realizar el premio y en esta entrevista cuenta su evolución.

¿Qué significa la «I» de la estatuilla?

Para mí siempre ha sido Gea, diosa de la Madre Tierra, la primera mujer. La «I» tiene una forma femenina gracias a las curvas pero el juego es que la transformo en elemento dual con la línea, que es masculina. Así condenso en un mismo objeto una sensación de vida muy interesante. La línea que marca la dirección con la curva que marca la voluntad.

Lleva cerca de 20 años realizando la escultura, ¿cómo ha evolucionado?

Sí, ya son casi 20 años. Empezamos con una escultura en mármol verde macael, que después pasó a ser «rojo Alicante» y el año pasado, con motivo del 30 aniversario de los premios, se pensó en cambiar, en hacer algo distinto. Ahora es de hierro por lo que tiene mucho carácter y al ser oxidado permite que tenga distintas tonalidades, que no sea un bloque homogéneo. Así le damos el toque anárquico de la pintura frente al orden de la escultura. Estoy muy contento con el resultado porque aunque en la forma es parecida a la que hacía en mármol, ésta tiene un hueco entre los dos bloques que permite adentrarse en la escultura.

Se da la circunstancia de que este año uno de los premiados es el pintor y escultor Azorín, que cuenta que el primer molde de sus famosas manos lo hizo en el taller de su padre.

Sí. Pepe mantenía una amistad con mi padre y conmigo también. Es verdad, su obsesión eran las manos y fue mi padre quien le hizo el primer molde, así que estoy muy contento de que ahora él vaya a tener una escultura mía por haber sido premiado por el periódico.

¿En qué proyectos está trabajando ahora?

Hace poco monté una exposición en Mutxamel y ahora voy a hacer otra en Villena con entre 50 y 60 obras que ya estoy preparando. Sigo con la escultura pero ahora estoy más abierto también a la pintura y a la obra digital. El ordenador es como tener un gran laboratorio del color y permite experimentar formas nuevas de expresión y establecer un diálogo distinto con quien observa. En cuanto a la escultura, como me gusta crear obra grande y con volumen pero ya no puedo levantar mucho peso en lugar de mármol estoy trabajando más con chapa y poliuretano pintado.