El pequeño comercio se opone a la libertad de horarios comerciales en toda la ciudad que propone ahora el alcalde y concejal de Comercio, Gabriel Echávarri, al entender que perjudica la lucha diaria de miles de pequeños negocios alicantinos por levantar la persiana aunque introducen un elemento positivo, el que al menos pueda generar puestos de trabajo para los alicantinos. Así lo destacaron algunas asociaciones, como los comerciantes de La Florida o de la Playa de San Juan.
Sin embargo, en primera instancia y sin conocer en profundidad las motivaciones del Ayuntamiento, el pequeño comercio no entiende que, sólo un mes después de que el Consell derogase la Zona de Gran Afluencia Turística que amparaba la apertura en domingo de El Corte Inglés y que supuso de facto la reducción del perímetro con libertad horaria, además a petición del pleno municipal, Echávarri haya decidido esta ampliación a toda la ciudad.
«Nunca he entendido ese modelo de comercio, va en contra de lo que hemos estado trabajando toda la vida», declaró ayer Domingo Martínez, presidente del Colectivo por Alicante, que engloba a una quincena de asociaciones de pequeños comerciantes y más de tres mil establecimientos.
«Aunque los locales de menos de 300 metros cuadrados ya podían abrir los domingos y festivos, ese modelo de negocio nunca puede ir bien al pequeño comerciante, sobre todo al autónomo, porque si incrementa la plantilla para poder dar ese servicio, se encarece el producto. Si luchamos por abaratar costes, así difícilmente se puede conseguir».
Vicente Armengol, vicepresidente del Colectivo y dirigente de Corazón de Alicante, entidad que representa a las tiendas del centro de la ciudad, abundó en lo mismo. «No me gusta, no es la idea. No pensamos que la apertura total sea conveniente para la ciudad y así lo discutiremos en el consejo de comercio», que se celebra la próxima semana y que abordará esta ampliación de horarios comerciales.
Armengol recordó que ellos siempre han defendido la anterior zona de gran afluencia turística, que permitía abrir en domingo en la mayor parte del centro de Alicante, incluida Maisonnave, derogada por el Consell en diciembre para aprobar otra más pequeña, circunscrita al entorno de Canalejas, plaza Calvo Sotelo, Gerona, Rambla, Casco Antiguo y Explanada. «Así lo manifestamos en anteriores consejos de comercio cuando grupos como Ciudadanos y PP abogaban por la apertura total. Siempre nos hemos posicionado en contra de esto acogiéndonos al espíritu del real decreto que declara zonas de afluencia turística las enclavadas en los centros históricos, las que visitan los turistas. No entendemos que un centro comercial sea una zona de afluencia turística».
Contundente fue el presidente de la asociación de comerciantes de Maisonnave, Álvaro Luis Luna, quien calificó detochada» el cambio de postura del alcalde. «Es impresentable y lamentable la actitud de estos señores, ¿a qué juegan? No es serio cambiar de postura según las presiones que puedan tener», dijo. «Se acordó que un centro comercial (en referencia a El Corte Inglés) no podía abrir los domingos y ahora pueden abrir todos. Eso perjudica al pequeño comercio, no tiene razón de ser». La presidenta de la asociación de comerciantes de la calle Quintana, Virginia Albero, apuntó por su parte que «con lo que nos cuesta levantar la persiana, para que ahora todos los centros comerciales puedan abrir los domingos».
La Federación de Asociaciones de Comerciantes y Empresarios de Alicante (Fecoema) se mostró más cauta. «Es una situación complicada. Por una parte no se pueden poner puertas al campo pero tampoco hay que darle tantas facilidades a las grandes superficies para que abran a cualquier hora. El pequeño comercio no puede competir, no podemos abrir los siete días a la semana con el mismo dinero». Juan Carlos Sepulcre, de los comerciantes de Campoamor, tampoco ve bien facilitar tanto la venta a los grandes, «perjudicando a los pequeños».
En una línea más positiva, Alejandra Hervás, del comercio de La Florida, lo vería bien si realmente supone creación de empleo. «Si no se tira de la plantilla que ya tienen y crean puestos de trabajo, dentro de lo malo para nosotros, estaría bien». En esta misma postura, Víctor Pastor, de la asociación Fontana de la playa de San Juan, dijo que aunque pueda restar turistas a las playas será beneficioso. «Hará falta personal y necesitarán contratar a más gente. Al final puede ser positivo para la ciudad».
