El alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, ha puesto como ejemplo la gestión que se está llevando a cabo en Málaga con la crisis por los veladores en la hostelaría. Asegura que es un "ejemplo magnífico" para Alicante, pero lo cierto es que en la ciudad andaluza la relación entre hostelería y vecinos no atraviesa sus mejores momentos. Hasta tal punto ha llegado el conflicto que los hosteleros amenazaban hace apenas unos días con ir a la huelga. Como en Alicante, los malagueños creen que hay un "acoso permanente" del Ayuntamiento y piden flexibilidad en las terrazas.

Y de las terrazas al Hércules, porque el alcalde sorprendía ayer con un nuevo mensaje a Enrique Ortiz. El alcalde aseguró que "el club desaparecerá si Ortiz no devuelve los 18 millones que debe al Instituto Valenciano de Finanzas". Tras escuchar estas declaraciones fue el administrador concursal Alfonso García Cortés quien aclaró que "jurídicamente es imposible que el IVF exija la deuda fuera del proceso concursal". El administrador concursal desmonta así el vaticinio de Echávarri. Pero no queda ahí el mal día del alcalde, también la Junta de Hermandades de Alicante ha terminado corrigiendo al alcalde.

Maceros sí o no. Los trabajadores municipales han manifestado su deseo de no participar en las procesiones de la Semana Santa alicantina. Echávarri asegura que entiende esta decisión, pero lo cierto es que la presencia de los maceros siempre ha sido meramente institucional y nada tiene que ver con la festividad religiosa. La Junta de Hermandades recuerda que los maceros «no salen en procesión acompañando a ninguna imagen sino que van escoltando bajo mazas a la Corporación».

Y si son conocidas las desavenencias y falta de comunicación entre los miembros del tripartito en el Ayuntamiento de Alicante, ayer protagonizaron una nueva. Tal como publicó ayer este diario, el IES Virgen del Remedio, el centro con más inmigrantes de la ciudad, se ha visto obligado a dejar el proyecto de mediación que tenían en marcha desde 2009 y con el que habían logrado apaciguar los problemas generados entre los chavales de la zona norte. El Ayuntamiento les anunció que no tenía el dinero necesario para pagar a los tres mediadores del centro. Ante esta situación, y las críticas de los alumnos y padres del instituto, el portavoz del equipo de Gobierno anunció que el lunes "buscarían una solución". La "solución" llegó sin previo aviso cuando Echávarri determinó la próxima firma de un convenio por 12.000 euros, necesarios para dar continuidad al proyecto.