«Los límites del conocimiento: un poco de religión, algo de filosofía y bastante de ciencia» es el atractivo título de la charla que brindó recientemente en la Universidad de Alicante. ¿A qué se refiere cuando habla de límites del conocimiento?
Abarco muchas cosas. Es el qué podemos saber, si existen otras realidades a parte de las que conocemos y si el ser humano puede atisbar esas otras realidades que la teoría de cuerdas pone de manifiesto. Es algo que abre una perspectiva que en nuestra vida cotidiana no somos conscientes. Con las nuevas tecnologías vivimos, no de espaldas a lo que era Dios, sino a las grandes preguntas que el hombre siempre se ha hecho: de dónde venimos, a dónde vamos y qué somos. La ciencia está llegando a unos límites en el que esas preguntas no son filosóficas, sino científicas.
Con todo lo que sabemos ahora, ¿qué papel le ha quedado a la religión?
Dios ha quedado donde cada uno quiera, porque la ciencia, aun pudiendo explicar mucho, el conocimiento tiene unos límites inherentes a la propia ciencia. De alguna manera deja un margen para todos los que tienen esperanza de que haya algo más que este mundo material que en el fondo tanto sufrimiento produce.
¿Qué no puede explicar la ciencia?
Por ejemplo, puede explicar la creación del universo desde el momento del big bang. Hay pruebas de que existió el big bang, pero te puedes preguntar, ¿cómo hay pruebas si nadie estuvo allí?, ¿cómo se sabe si hubo una gran explosión y todo lo que surgió después se debe a eso? Yo razono diciendo que nadie conocido ha estado en el Polo Norte o Sur, pero crees que existe porque todos los mapas y predicciones meteorológicas se basan en la suposición de que existe, de que la tierra es esférica. El big bang es algo parecido. Deja espacio a que alguien crea en la voluntad divina porque la propia iglesia lo acepta porque hubo un momento de creación.
¿Está de acuerdo con la reducción de Filosofía del currículum escolar?
A mí me gusta mucho la filosofía. Es una herramienta para aprender a razonar y da cultura. Es algo importante, aunque más históricamente, porque la filosofía natural se ha quedado obsoleta y ha sido superada por la ciencia.
¿Cree que el siglo XXI será el siglo dorado de la ciencia?
Se dice que el siglo XX fue la época dorada de la física y el XXI de la bioquímica por los avances que se esperan en genética, curación de enfermedades, avances en células madre. Será la edad de la ciencia pura y la tecnología.
¿Se abre entonces en este siglo también una época de un gran debate ético sobre dónde se pone el límite?
Sí, y no será fácil. Habrá que concienciar a los científicos sobre la gran responsabilidad que tienen, ya sea ética o por ejemplo en el desarrollo de nuevas armas. Todos tenemos a Einstein en la memoria o a Oppenheimer, director del proyecto Manhattan y la bomba atómica.
