Dos meses de respiro para Piedad Oliver. Es lo que han conseguido los miembros de la plataforma Stop Desahucios, que ayer impidieron el desalojo de una mujer que vive en una casa ocupada propiedad de Bankia. El desahucio se ha paralizado dos meses, tiempo que aprovecharán para seguir negociando un alquiler social con la entidad bancaria.

Decenas de personas de la plataforma se congregaron desde primera hora de la mañana a las puertas del domicilio de esta mujer, quien sostiene que la ocupación de esta casa era su única salida. «Me encontraba literalmente en la calle, sin trabajo y sin un sitio al que ir, así que hablé con los vecinos y ocupé la casa, que estaba abierta y llevaba más de 9 años vacía», señala esta mujer. La casa, continúa, «había sido ocupada con anterioridad por drogadictos y su estado era deplorable, sin puerta, sin ventanas, sin fregadero». Poco a poco «y en la medida de mis posibilidades la he ido arreglando, ya que los únicos ingresos que consigo son por limpiar alguna que otra escalera de vez en cuando»

Desde Stop Desahucios, Desiré Gómez señala que «para Bankia esta vivienda no representa nada, no vale ni 3.000 euros, ¿para qué la quiere?». En este sentido, la plataforma está negociando con la entidad un alquiler social que permita a Piedad Oliver quedarse en la casa pagando poco dinero al mes.

A primera hora de la mañana de ayer, y mientras un grupo de Stop Desahucios acompañaba a Piedad en la vivienda, ubicada en el barrio Virgen del Carmen, otra comitiva se desplazaba a los juzgados. «Allí hablamos con el secretario judicial y nos marchamos con su palabra de que el desahucio se paralizaba dos meses». Tras este acuerdo, la plataforma se desplazó hasta una oficina de Bankia en Gran Vía para tratar de negociar sin éxito una salida al caso de Oliver. «Hemos pedidos que viniera un interlocutor para negociar, pero no han querido», señala Desiré Gómez. En lugar de esto, añade, «han avisado a la policía y han montado un fuerte despliegue policial. Los agentes nos han amenazado con fuertes multas, por lo que finalmente hemos optado por marcharnos». Así las cosas, Gómez califica el final de ayer como «una victoria a medias» y afirma que «por lo menos hemos arañado dos meses para seguir negociando». Desde Bankia señalaron que, tras presentarse ayer en la oficina de Bankia, se instó a los miembros de Stop Desahucios «a que entregaran las demandas por escrito, algo que finalmente no sucedió».