El Ayuntamiento de Alicante dejó ayer la puerta abierta a una subida del IBI como sugiere el informe económico y financiero encargado por el alcalde, Gabriel Echávarri, a expertos de la Universidad Miguel Hernández (UMH) para analizar la gestión del PP entre 2011 y 2015. El regidor no compareció en la presentación de las conclusiones, pero sí estuvo la edil de Hacienda, Sofía Morales, quien dijo que es una posibilidad que «no se descarta». Mientras, el vicealcalde de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, abogó por revisar el tributo con un sistema proporcional a la situación económica de las familias.

Ese es, precisamente, el planteamiento que realizan los expertos de la UMH. El estudio concluye que en el caso del IBI hay margen de maniobra para una posible subida porque está por debajo de la media de otros municipios. Algo que no cuestionan dentro del tripartito. El informe recuerda que se trata del tributo de mayor recaudación -84 millones de euros al año- y que un aumento compensaría la caída de ingresos por otros conceptos, además de permitir acometer más inversiones. No obstante, advierte del coste social de la medida. Por ello, se plantea un sistema progresivo conforme al PIB y acordar beneficios fiscales para los contribuyentes de menores rentas que, incluso, podrían pagar menos.

A la pregunta sobre si desde el equipo de gobierno se están planteando subir el IBI, la edil de Hacienda, la socialista Sofía Morales, respondió que «hay una normativa que dice que teníamos que haberlo subido el 3% y no lo hemos hecho por que tenemos que ver el efecto económico y social», pero agregó que «nos tenemos que reunir, ver los parámetros y los resultados y tomar la decisión». Instada a aclarar si ello significaba que no se descartaba agregó: «No descartamos subir impuestos porque es una situación necesaria para regir la ciudad, pero tampoco decimos que lo vamos a hacer. Lo vamos a estudiar. Nuestra cultura es estudiar y después proponer». Una postura que contrasta con la rotundidad con la que, esta misma semana, Morales aseguró que los tributos no se subirían en todo el mandado.

Una puerta abierta a la propuesta que realizan desde la UMH y a la que, con anterioridad a Morales, se había referido Pavón. El vicealcalde se aludió al «margen» de subida que esgrimen los expertos en el caso del IBI y del impuesto de obras (ICIO). Consideró que «no sabemos si es lo más conveniente», si bien apuntó a la posibilidad de revisar la ordenanza del IBI para que «pague más el que más tiene o menos el que socialmente lo está pasando peor; eso sí lo podemos hacer».

Unos cambios que, en cualquier caso, precisarían de una modificación de la ordenanza fiscal, por lo que no podrían aplicarse de manera inmediata. En el caso del ICIO, Pavón apuntó que un incremento «igual no es muy recomendable», por el repunte en el sector, pero incidió en que ya «se está trabajando» para que se aumente el IAE a las grandes empresas que facturan más de un millón de euros a partir de 2017 el vicealcalde apunta a un 9% que permita recaudar 600.000 euros más. También se «está estudiando» pedir una compensación al Gobierno por la exención del IBI a la Iglesia por un importe que, según Morales, superaría el medio millón de euros. Según Pavón, también «estudiarán seriamente» un aplazamiento de la devolución de la deuda bancaria que, como admitió, acarrearía un mayor gasto en intereses, pero permitiría no destinar tanto dinero al año a pagar a los bancos.

Preguntados por las propuestas avanzadas por Pavón, tanto Morales como el portavoz del tripartito, Natxo Bellido, las apoyaron. Este último aseguró que «bajar impuestos no es de izquierdas» y destacó su importancia «para equilibrar las sociedades y para gobernar con equidad y justicia», por lo que se refirió, en concreto, a las propuestas del IAE y del IBI de la Iglesia para asegurar que «me parecen bien». Bellido coincidió en que la ciudad «tiene un margen para subir impuestos comparativamente con otras ciudades» y, aunque dijo no creer que «sea el momento», sí agregó que «en propuestas concretas que no impliquen subir la carga impositiva de la gente que lo está pasando mal, lo hemos de valorar».

Morales coincidió en que «en nuestro ánimo está que el que más tenga, más colabore» porque, dijo, los impuestos permiten «repartir a quienes más necesitan y que todo el mundo salga beneficiado». Se refirió al IAE para asegurar que «está en un tramo que se puede ampliar» e incidió que antes de tomar una decisión se estudiará, al igual que con el IBI. Sobre este último tributo destacó que «también tenemos un poquito de margen ahí», pero incidió en que «hay que estudiar la situación económica y la repercursión social y eso no es de hoy para mañana». No obstante, aseguró que «es cierto que hemos quedado en que nos tenemos que sentar para hablarlo».

Durante la rueda de prensa que los tres representantes del tripartito dieron ayer en una semana en la que las tensiones internas en el tripartito han dado un salto de calidad, también salió a colación el elevado volumen de recibos de dudoso cobro por más de 70 millones de euros advertido por el informe de la UMH. Aunque desde el tripartito han venido defendiendo su gestión, rechazando incluso la petición del Ministerio de Hacienda de depurar estos cobros pendientes (algunos de la década de los 80), ayer los miembros del equipo de gobierno coincidieron al asumir la recomendación de la UMH de que la Sindicatura de Cuentas los fiscalice.

«Hay que intervenir», aseguró Pavón, quien consideró que obedece a una «mala praxis presupuestaria» que atribuyó al PP, afirmando que en el presupuesto de este año «ya se está haciendo la depuración» que reclama el ministerio. En cualquier caso, señaló que «no está de más analizar lo que ha pasado» por parte de la Sindicatura de Cuentas. «Siempre es bueno», agregó la edil de Hacienda, que aseguró que esos recibos antes se usaban «para engrosar» los ingresos y que «no los usamos para hacer el presupuesto, por lo que no molestan».