Más de medio siglo después de protagonizar el despegue turístico de Benidorm, Suecia redescubre los encantos de la Costa Blanca. Al menos así parecen indicarlo los últimos datos del Colegio de Notarios sobre la compraventa de viviendas por parte de extranjeros, que ya sitúan a los ciudadanos del país escandinavo como los segundos mayores clientes del sector inmobiliario alicantino, únicamente por detrás de los británicos, líderes indiscutibles -y con mucha diferencia- de este ránking. Por contra, las estadísticas confirman el hundimiento del mercado ruso ante las dificultades económicas que atraviesa esta nación.

En total, durante el año pasado los extranjeros adquirieron 17.468 inmuebles en la provincia, un 6,2% más, en lo que supone ya el quinto incremento anual consecutivo de este negocio. De hecho, desde 2010 la cifra de operaciones prácticamente se ha duplicado, ya que aquel año fueron 8.556 las compraventas que se formalizaron en las notarías.

Como es tradicional en la costa alicantina, fueron los británicos los que más viviendas compraron, con un total 4.826 y un espectacular aumento del 50% sobre las cifras de 2014 que, como ya publicó este diario, viene propiciado por los cambios en la legislación sobre pensiones del Reino Unido. Unas modificaciones que permiten que, desde el año pasado, los súbditos de Isabel II puedan disponer de una sola vez de todo el dinero que tienen acumulado en sus planes de pensiones privados si lo destinan a la adquisición de una casa, aunque sea en el extranjero. Además, también la devaluación del euro con respecto a la libra ha contribuido a que los precios de los apartamentos y chalets de la Costa Blanca les resulten más asequibles.

Sin embargo, junto con este repunte del mercado británico, la principal novedad que se produjo en el mercado inmobiliario alicantino fue el desplome de las compraventas protagonizadas por rusos -que en un solo año se han reducido a la mitad, al caer de 1.781 a 991- y, sobre todo, el incremento de las adquisiciones firmadas por suecos, que los sitúan ya como los segundos mejores clientes del sector de la vivienda en la Costa Blanca.

Así, los compatriotas de Ibrahimovic escrituraron hasta 1.766 inmuebles en la provincia, lo que supone un 19% más que en 2014. Un incremento en absoluto casual, como explica Daniel Nilsson, director general de la inmobiliaria Fastighetsbyran, especializada en este segmento.

«La economía sueca ha salvado bastante bien la crisis mundial, que apenas le ha afectado, lo que ha permitido que su mercado inmobiliario haya seguido creciendo y está propiciando que ahora puedan salir al exterior a comprar segundas residencias», señala el experto. En concreto, son muchos los suecos que, al aumentar el valor de sus casas, «pueden permitirse una ampliación de su hipoteca y con ese dinero es con el que compran el apartamento en efectivo aquí», explica Nilsson.

A ello hay que sumar el aumento de las conexiones aéreas entre El Altet y los aeropuertos suecos, que ha facilitado mucho los viajes de los que adquieren una segunda vivienda en Alicante, una posibilidad que otros destinos competidores de Grecia o Italia no ofrecen en la misma media. Esto está provocando también un cambio en el perfil demográfico de los compradores, que ya no son únicamente personas próximas al retiro en busca de un lugar para pasar su jubilación. «Cada vez es más frecuente encontrarse incluso treintañeros, que lo que buscan es un lugar para pasar fines de semana largos y los periodos vacacionales, aunque sigan viviendo y trabajando en Suecia», explica el director general de Fastighetsbyran.

Menos noruegos

En contraste con el auge de los suecos, durante el año pasado descendió un 16,6% la cifra de noruegos que pudieron permitirse una casa en la costa alicantina. El país nórdico, otro de los clientes tradicionales de los promotores de la provincia, está acusando la caída del precio del petróleo, que supone el 64% de sus exportaciones. Por su parte, Bélgica se consolida como el tercer mercado en importancia para el sector inmobiliario provincia, con 1.761 operaciones, prácticamente la misma cifra que el año anterior, y hay firmas como el Grupo Marjal que tiene hasta el 60% de sus clientes en este país. En este caso, su importancia radica en su elevado poder adquisitivo, ya que de media gastan hasta un 30% más que el resto de extranjeros cuando compran una casa.

En cuanto a las perspectivas para este año, el secretario general de la Asociación Provincial de Promotores (Provia), Jesualdo Ros, asegura que seguirán aumentando las ventas en el Reino Unido, Suecia y Bélgica -donde se han realizado los mayores esfuerzos de promoción durante los últimos ejercicios- y que los empresarios también confían en que empiecen a dar mayores frutos el trabajo realizado en mercados como Alemania y Polonia, que ahora tienen menor peso.