El Ayuntamiento y Aguas Alicante han instalado nidos para murciélagos y golondrinas en el parque inundable de La Marjal, en la playa de San Juan, a fin de combatir de manera natural la colonia de mosquitos de agua. Los nidos de golondrinas y murciélagos están en varios puntos estratégicos del parque desde el sábado. El objetivo es evitar molestias a los vecinos y visitantes con el uso de insecticidas, a la vez de favorecer la biodiversidad y la protección de especies en peligro de extinción. Desde la apertura del parque se han venido generando quejas de los usuarios del parque y de los vecinos debido a que el calor y el agua estancada provocan que haya colonias de mosquitos durante todo el año.

Con esta iniciativa se pretende ofrecer una solución sostenible a la presencia de los mosquitos en el parque, para lo que se han coordinado el Ayuntamiento, Aguas de Alicante y GEA, una asociación de carácter medioambiental y humanitario. Los nidos se instalaron durante el fin de semana para las golondrinas y murciélagos, que incluyen en su dieta estos mosquitos y otros insectos.

La actuación se engloba dentro de un plan de acción que se inició el año pasado con la suelta controlada de peces larvívoros, para que actuaran como primera barrera ante la proliferación estacional de las larvas de mosquito en el agua. La operación fue realizada en coordinación con el área de Medio Ambiente Territorial de la Conselleria y la Dirección técnica del parque natural del Hondo, que aportó los peces liberados.

La segunda fase, en la que se pretende establecer de forma natural otro frente de lucha contra los mosquitos es, en este caso, desde el aire. Se basa en la colocación de diferentes nidos artificiales que permitan o favorezcan el establecimiento de diferentes especies insectívoras. En total, se han instalado 38 nidos para las golondrinas y 8 para los murciélagos.

«Este proyecto busca crear, por un lado, un ecosistema urbano que a la vez resuelva un problema habitual en las zonas donde se embalsa agua, como es la aparición de mosquitos que se presentan de forma estacional. Además, esta labor evita el uso de insecticidas químicos, sin olvidar que favorece la biodiversidad, la protección de especies amenazadas y minimiza molestias a los usuarios del parque y a los vecinos», según explicó ayer Francisco Bartual, director general de Aguas de Alicante.

El parque La Marjal es uno de los hitos hidráulicos más modernos de los que se ha dotado Alicante en los últimos años. Tiene una función lúdica pero, sobre todo, representa la solución final al problema de inundaciones que sufría todo el área de la urbanización Hoyo 1, donde desembocan todas las torrenteras que se forman en Mutxamel y terminan en el mar por la playa.

Cuando se produzca una tromba de agua, producto de la cíclica gota fría que sacude el municipio, el parque se convierte en una inmensa laguna con capacidad para embalsar 45.000 metros cúbicos de agua, evitando así colapsar los colectores que llevan el agua de la lluvia hasta los aliviaderos de la primera línea del mar, cuyo bloqueo ocasiona bolsas de agua e inundaciones en muchas urbanizaciones cuando hay tormenta.

El parque almacena el agua y cuando haya pasado el episodio de lluvias torrenciales, el caudal será enviado a una de las salidas de la avenida de Niza -la central- que desemboca en el mar. La obra, ejecutada por Aguas de Alicante, la financió el Ayuntamiento de Alicante con un presupuesto de 3,6 millones de euros.