El alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, y su número dos en el equipo de gobierno y edil de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, escenificaron ayer la tensión creciente que vive el tripartito en el Ayuntamiento de Alicante, acrecentada por el cruce de comunicados del pasado domingo. Durante el acto de condena por la última víctima de la violencia de género celebrado a las puertas del consistorio, Echávarri evitó deliberadamente a Pavón a la hora de situarse para los tres minutos de silencio y se colocó entre su compañero Fernando Marcos y el concejal de Ciudadanos, Juanfran Escudero. Una vez finalizado el acto, no hubo la más mínima comunicación entre ambos, ni siquiera visual. El primer edil dio la espalda al vicealcalde y se introdujo rápidamente en el vestíbulo de la Casa Consistorial.