Cerca de un 80% de los adolescentes entre 14 y 18 años ha probado el alcohol y casi el mismo porcentaje ha bebido en el último año. Estos son algunos de los datos arrojados ayer por la Encuesta sobre Uso de Drogas en Estudiantes de Enseñanzas Secundarias (ESTUDES), elaborada por el Ministerio de Sanidad. Unas cifras que el ministro Alfonso Alonso contempla con optimismo al señalar que los consumos han bajado en los dos últimos años -82% frente a un 77% respecto a consumo en los últimos 12 meses-.

Sin embargo, las cifras preocupan, y mucho, a los expertos que trabajan en este terreno. «Estamos hablando de menores de edad y por tanto de que el consumo debería de ser cero y sin embargo, esta encuesta revela que una inmensa mayoría bebe, es un fracaso estrepitoso», señaló ayer Bartolomé Pérez Gálvez, responsable de la Unidad de Alcohología del Hospital de Sant Joan de Alicante.

El denominado consumo de riesgo también arroja cifras preocupantes, ya que lo practican el 32% de los jóvenes los fines de semana. «Se considera consumo se riesgo más de 50 centilitros para los chicos y 30 para las chicas, es el consumo máximo que se puede dar». Para Pérez Gálvez el descenso al que alude el ministerio «bien podría deberse incluso a un error de muestra». Pero a su juicio, «el mayor riesgo de esta lectura optimista de las estadísticas es transmitir un mensaje a la gente de que no existe ya problema respecto al consumo de drogas entre los adolescentes».

En cuanto a otra de las sustancia habituales entre los jóvenes, el cannabis, la encuesta refleja que un 18% padece un consumo problemático. «Es una cifra altísima», que a juicio de Pérez Gálvez, no se puede ocultar «diciendo que la tendencia mejora y transmitiendo una imagen de que no hay riesgo». Según la encuesta 6 de cada 10 jóvenes han participado en un botellón alguna vez en los últimos 12 meses.