Están ya en libertad pero los titiriteros detenidos en Madrid por el contenido de una obra infantil que representaron en el Carnaval de la capital se hicieron un hueco en los últimos actos de la celebración alicantina, que terminó ayer con el Entierro de la Sardina.

El caso de los titiriteros salió en tono de sátira durante el juicio a Don Carnal, que fue condenado y quemado, y en las letanías del Entierro de la Sardina. La Meka, que organiza el Carnaval alicantino, improvisó sobre un tema «sacado de madre», opinan, y pusieron en la carroza de la sardina un cartel que rezaba: «GORA SARDIN[ ]ETA» en clara referencia a los lemas que llevaron a prisión a los titiriteros por apología del terrorismo.

En las letanías de anoche también se criticaron otros temas de actualidad, políticos y sociales, en tono de humor, de acuerdo a un guión previo pero que admitió comentarios de forma espontánea. Así ardió la sardina de 2016, cuyo cortejo fúnebre arrancó en el Panteón de Quijano y acabó en la plaza del Carmen, donde se quemó, antes de que comenzara el baile negro. Sólo queda un acto, el Domingo de Piñata, el domingo desde las 10 horas en la plaza de Argel, con actividades infantiles.

También ayer recibieron sus premios los comercios ganadores de la VI Escaparatada de Carnaval del centro tradicional en un acto celebrado en la plaza de Gabriel Miró. Los escaparates mejor disfrazados este año fueron Divina Locura, en la calle San Francisco; Amarras, en la misma calle; Filant la Tardor, en Bailén; y la Óptica Torregrosa, de San Francisco.