Puertas y ventanas rotas, destrozos en la piscina exterior y, sobre todo, una vegetación muy crecida en los jardines tras años de abandono, tanto que las ramas dificultan el paso por la acera y a menudo las arrancan los transeúntes al pasar. Son las quejas de los vecinos de La Condomina que viven más cerca del antiguo centro deportivo Sport Golf de la avenida de Ansaldo, cerrado desde hace unos cinco años, y que, según denuncian los residentes, se ha convertido en objetivo de actos vandálicos de «pandillas que entran saltando la verja» y que, aseguran, tocan también los timbres de sus casas y han arrojado piedras al interior de algunos jardines.
Algunos vecinos les achacan el incendio de vegetación que se produjo el sábado pasado en el antiguo centro deportivo con una gran humareda que les obligó a llamar a los bomberos. «Esto es un foco peligroso a todos los niveles», dijo Francisco Huesca, representante de la asociación de vecinos de La Condomina, que reclama al Ayuntamiento que inste a la propiedad a, al menos, sanear el inmueble y la vegetación para evitar más sustos.
Huesca acusó al gobierno local de tener una doble vara de medir, dado que, según explicó, a los vecinos de La Condomina con jardines les envían constantes cartas de amonestación para que mantengan la vegetación a raya y no se vuelque sobre las aceras, con amenaza de multa o de enviar a los trabajadores municipales y cargarles después el coste. «¿Y esto qué? ¿A la propiedad no le invitan a hacer lo mismo?», se preguntó.
Otra preocupación de los vecinos es la colonia de gatos que vive en el edificio, que temen pueda sufrir daños de las personas que acceden y de ocupas que ocasionalmente acceden. «Es una pena que esto esté así», afirmó Huesca, que recordó que el centro deportivo tenía su público en la zona pero que quebró y que la propiedad lo vació llevándose los aparatos y todo el material de gimnasia. Actualmente, el edificio está a la venta.
