El poder eclesiástico, el judicial y el legislativo juzgaron ayer al Carnaval de este año en una sátira que tomó el Casco Antiguo. En la víspera del entierro de la sardina, con el que esta noche culmina el Carnaval, se celebró el juicio a Carnestoltes y la procesión del pelele, desde San Cristóbal hasta la plaza del Carmen, donde se procedió a su quema. Después hubo un espectáculo de cabaret de circo.