Los vecinos del Pla están indignados no sólo con el estado del pavimento de la plaza Estella, destrozado apenas cuatro meses después de que acabara la remodelación del enclave, sino por la de los juegos infantiles, que fueron situados a menos de metro y medio de la calzada, y por la falta de puntos de sombra.

Esta obra, que fue ejecutada por la Diputación Provincial de forma conjunta con la remodelación de la vecina plaza Doctor Gómez Ulla con una inversión de 138.600 euros, está despertando una gran controversia en el barrio dada la rápida destrucción del suelo, que se ha disgregado en miles de piedrecitas que han causado varias caídas. La asociación de vecinos del Pla celebró el sábado una concentración de protesta, en la que participó también el comercio, y que contó con la asistencia del diputado Lluis Pastor, quien vio in situ los daños.

Desde la asociación vecinal, Mateo Pinheiro indicó ayer que seguirán realizando movilizaciones mientras no se solucionen los problemas de la plaza y mientras la institución provincial no les envíe el proyecto y el informe por escrito sobre las deficiencias en la plaza Estella realizado por la propia institución, del que sólo han tenido conocimiento verbal. «El evidente deterioro de la plaza, que se ha producido desde el mismo momento en que finalizaron las obras, ha motivado la indignación vecinal. La asociación entiende que los problemas que presenta la plaza no pueden ser achacados a cuestiones como baldeos con agua a presión. Si los cuatro baldeos que la empresa de limpieza tenía previstos fueron los causantes del deterioro del pavimento, nos preguntamos qué puede ocurrir cuando haya lluvias torrenciales». Respecto al suelo, la asociación se plantea si fue acertada la elección de zahorra estabilizada con resinas, que necesita un mantenimiento especial. «La subsanación de las deficiencias, ya correspondan al proyecto, o a la ejecución del mismo, deben ser asumidas por quien realizara aquel o llevara a efecto la obra».

En este sentido, el Ayuntamiento ha remitido un escrito a la Diputación reclamando la reparación del pavimento de las plazas Estella y Gómez Ulla por «vicios ocultos de gravedad» en una obra que dirigió y costeó la institución provincial y que terminó hace apenas cuatro meses. Así lo anunció el edil de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón.

Desde la Diputación indicaron que sus técnicos están estudiándolo y que lo asumirán si se demuestra que es un fallo de ejecución de la constructora pero no si el error es de mantenimiento, diseño o materiales porque esto, precisan, compete al Ayuntamiento.