Los siete detenidos ayer como presuntos integrantes de una célula que enviaba armas a organizaciones terroristas que operan en Irak y Siria, como Jahbat al Nusra y Daesh, declararán mañana en la Audiencia Nacional.

Y lo harán ante el juez Eloy Velasco después de haber sido trasladados a Madrid desde las provincias donde fueron arrestados: Alicante y Valencia y la ciudad autónoma de Ceuta.

Según las investigaciones, enviaban material logístico, como armas, a esas organizaciones a través de contenedores que embarcaban en diferentes puertos españoles.

Con esta operación, la Policía Nacional ha conseguido desmantelar esta célula internacional dedicada además a la financiación y al blanqueo de capitales, según informó el Ministerio del Interior.

Entre los arrestados hay cinco españoles de origen sirio, jordano y marroquí, y dos extranjeros residentes, de nacionalidades siria y marroquí.

Las detenciones se practicaron en las localidades alicantinas de Crevillent, L'Alquería D'Asnar, Muro d'Alcoi, Alcoy y Alicante, así como en Ontinyent (Valencia) y en Ceuta.

En total, se efectuaron doce entradas y registros en los domicilios de los detenidos, así como en los locales y naves donde desarrollaban sus negocios ilícitos.

La Policía cree que el grupo desmantelado, al que se comenzó a investigar en 2014, comenzó a operar hace tiempo en varios países de Europa hasta asentarse de forma estable y definitiva en España.

La dirección del grupo la ejercía un solo miembro, que había establecido un liderazgo permanente basado en la confianza, en intereses compartidos y en un ideario radical afín, y que centralizaba y dirigía toda la actividad a través de un complejo empresarial que le permitía, sin levantar sospechas, el envío del material en contenedores cerrados.