La historia interminable. Cinco años después de que los propietarios del Sidi San Juan cerraran el establecimiento y la empresa entrara en un concurso de acreedores, que derivó en la apertura de su proceso de liquidación el 15 de mayo de 2013, la falta de la inscripción en el Registro Mercantil de la operación ha bloqueado la subasta prevista para el pasado enero. El motivo fue esta vez que faltaba la comunicación al registro que debía haberse realizado en la primavera de 2013, hace ya casi tres años

El olvido burocrático se convirtió en error cuando el Juzgado que instruye el asunto fue a redactar el edicto para anunciar la subasta. Nuevo parón y otro bloqueo a la espera de que se firme y publique el edicto en el Boletín Oficial del Estado para poner fecha a la subasta que se acordó en diciembre entre las partes implicadas. Fuentes cercanas a la operación aseguraron ayer que está ya casi todo resuelto, por lo que este mes debe ser clave para poner fin al culebrón en el que se ha convertido el final de la historia del que fuera uno de los hoteles más emblemáticos de la provincia. Y el caso es que la venta pudo haberse cerrado a finales de 2011 pero llegó la quiebra del Banco de Valencia, entonces uno de los acreedores, y todo saltó por los aires.

Cuando todo parecía cerrado y sólo faltaba la publicación del edicto convocando a la subasta, un retraso en la publicación de la liquidación de la mercantil Sidi Española en el Registro Mercantil ha vuelto a bloquear la adjudicación del antiguo hotel y, por lo tanto, el futuro del que fuera icono turístico de la playa de San Juan. Parece que febrero será ahora el mes definitivo para activar la subasta pero todavía falta una firma para dar vía libre al edicto que abra un proceso digital que no durará, a partir de entonces, más allá de veinte días hábiles, que son los que marca la ley.

El Sidi saldrá a subasta por un precio base de 31 millones de euros, aunque los bancos acreedores se han puesto como meta adjudicarlo en cuanto alguien pase de los 20 millones de euros. De no ser así pujarían y se lo quedarían ya oficialmente para tratar de venderlo después a la mejor oferta.

Entre los inversores que han manifestado su intención de presentarse continúan la cooperativa de viviendas que impulsa el empresario Cristóbal Navarro, un grupo industrial de Yecla y un fondo de inversión extranjero. Lo que parece seguro es que el futuro de la parcela del hotel pasaría por el negocio inmobiliario. La calificación urbanística lo permite y las cadenas hoteleras que en su día se interesaron por la compra consideran que ahora no hay negocio por lo elevado de la inversión. Al precio de hay que pagar por el inmueble y la parcela habría que añadir después la rehabilitación, con lo que no salen la cuentas como negocio hotelero.

El Administrador Judicial que gestiona la liquidación de la empresa Sidi España, decidió en diciembre convocar una subasta al no haber cuajado las ofertas que se presentaron al BBVA. Pero al ir a comunicar el trámite al Juzgado la puja se paró por el error administrativo. La subasta será de todo el lote (inmueble, complejo deportivo y antiguo restaurante), electrónica y con un precio de salida de 30 millones de euros, aunque el BBVA, como principal acreedor, se reserva el derecho de aceptar un cantidad menor o, incluso, quedarse con el antiguo hotel, algo que parece descartado a falta del informe del departamento de riesgos del banco. La subasta durará unos 20 días (los aspirantes van presentando sus ofertas) y será «online», una de las primeras que se celebrará en España desde el cambio de la normativa.

El proceso de liquidación de la sociedad propietaria del Sidi se activó el 15 de mayo de 2013 en un juzgado de lo mercantil de Alicante, pero el proceso se ha ido demorando por el fracaso de las ofertas que llegaron ante la mesa del administrador concursal. En el momento del cierre del hotel, Sidi España mantenía una deuda hipotecaria de 31 millones de euros con el BBVA y el Banco de Valencia, absorbido después por La Caixa.