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El Tajo reserva para Madrid 60 hm3 más del agua pactada mientras bloquea el trasvase

El Ministerio de Agricultura vulnera el «memorándum» al elevar en dos metros cúbicos por segundo el caudal ecológico del río en Aranjuez

La falta de control de los desembalses en el complejo de Entrepeñas y Buendía -puerta del trasvase al Segura-, desde donde también se reserva agua potable para el abastecimiento del sur de Madrid, y la vulneración del «memorándum» del Tajo han provocado que el Ministerio de Agricultura permita, en plena sequía, que el río Aranjuez tenga un caudal ecológico anual de 240 hm3 al año, 60 hm3 más de los que establece la ley, mientras mantiene cerrado el trasvase de agua para riego al Segura.

Un situación ilegal que ha encendido los ánimos de los regantes del Acueducto Tajo-Segura, ya que la falta de agua impide planificar la plantación de la cosecha de hortalizas y fruta del próximo verano. Un caudal de un metro cúbico por segundo representa 30 hm3 al año.

El Ministerio de Agricultura permite que el río, una de las arterias fluviales en la que se almacena agua para el sur de Madrid lleve un caudal de 8 m3 por segundo, en Aranjuez, dos más que los establecidos por ley y que representan 60 hm3 de sobra, mientras la cuenca del Segura no tiene agua para regadío y debe recurrir a pozos de sequía e, incluso, la compra de agua al Júcar en Valencia (se negocian 15 hm3) para mitigar una situación de sequía que es la peor de la historia del trasvase, más grave aún que la de 1995, según recuerdan desde el Sindicato de Regantes del Acueducto Tajo-Segura.

Una situación que, según Antonio Rico, director del Instituto Interuniversitario de Geografía roza el surrealismo. «Se está privando de agua de riego a Alicante y Murcia para alimentar una reserva 80 hm3 para el abastecimiento del sur de Madrid y Aranjuez, que tampoco sirve ahora mismo por su contenido en sulfatos, lo que en caso de necesidad obligaría a potabilizarla y desalarla», subrayó Rico.

El complejo de embalses de Entrepeñas y Buendía almacena esta semana 346 hm3 después de haber ganado 31 hm3 en un mes de enero lluvioso en la cabecera, pero donde desde hace una semana ya no llueve. Según los datos de la Confederación del Tajo está entrando un hectómetro cúbico a la semana y se espera que el Consejo de Ministros apruebe un envío que no superará, en todo caso, los 6 hm3 y sólo para el abastecimiento urbano. En cuanto a la reserva en el Tajo para el abastecimiento de Madrid, el sistema cuenta actualmente con 576 hm3, 185 hm3 menos de los 761 hm3 que hubo de media en los últimos cinco años.

El problema que tiene la cuenca del Segura (Alicante y Murcia) es que el sector agrícola necesita unos 300 hm3 al año y la desaladora de Torrevieja sólo produce unos 30 hm3 debido a que funciona al 40% de su capacidad y en horas nocturnas donde la electricidad es más barata, porque de no ser así el precio del agua para el campo sería aún más prohibitivo.

Los regantes, al igual que el Instituto Interuniversitario de Geografía de la Universidad de Alicante, plantearon a finales del año pasado al Gobierno que habilitara una conexión hacia el Segura desde el Tajo-Medio en la sierra de Gredos, donde el régimen de lluvias es de 2.500 litros por metro cuadrado al año y el caudal es mineral, pero la propuesta no ha cuajado. Mientras, el Ministerio de Agricultura sigue enviando 8.000 hm3 todos los años a Portugal, el triple de lo acordado en el convenio de la Albufeira.

Recordar, en este sentido, que el Ministerio de Agricultura tiene previsto que Alicante y Murcia utilicen 200 hm3 de agua desalada para regadío y consumo urbano a partir de 2027, once años, debido a la disminución del aporte de caudales del Tajo por la sequía y los movimientos del Gobierno de Castilla-La Mancha, consentidos por Madrid, para cerrar un trasvase. La cantidad, el doble que en la actualidad, quedó fijada, blanco sobre negro, en el nuevo plan hidrológico de la cuenca del Segura, que establece 117 hm3 de agua desalada que deberán utilizar los agricultores y 83 hm3 para la Mancomunidad de Canales del Taibilla para abastecer a los municipios, entre ellos Alicante y Elche y toda la Vega Baja, y de forma extraordinaria Benidorm, como sucedió el pasado verano tras «secarse» el embalse del Amadorio.

Un caudal que tendrá como objetivo disminuir la presión sobre la cabecera del Tajo, que tiene a su favor el argumento legal de la reserva (400 hm3) que se fijó en 2015 para reducir los aportes al Segura. Como advirtió en su día en Instituto de Geografía de la UA, un movimiento impulsado por el anterior Consell que ha acabado pasando factura a la provincia, como lo demuestra el caudal que se ha trasvasado en los últimos meses.

El documento del plan hidrológico del Segura añade, por otro lado, que la capacidad de producción de recursos desalinizados en la cuenca será aún mayor, con un volumen previsto en 2027 de 334 hm3, de los que 146 hm3 al año corresponderían al regadío y 188 hm3 al uso urbano industrial y de servicios. El plan del Segura dejó en evidencia la capacidad de la macrodesaladora de Torrevieja (300 millones de euros) a la que le relegan como productora de agua desalada para riego (11 hm3) debido a que los técnicos consideran que la producción de agua desalada estaría cubierta, en principio, con las plantas de Valdelentisco (30 hm3), Águilas (48 hm3), El Mojón (2), Virgen de los Milagros (10), Marina de Cope (5), CR Águilas (4) y la planta del Bajo Almanzora (7). En total, 117 hm3.

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