El portavoz de directores de Secundaria de la provincia, Toni González Picornell, considera que no siempre es fácil detectar los casos de acoso en los centros educativos. «En los centros no se suele ocultar este problema ni se ignora. Pero no siempre se sabe. A veces cuando llegamos a saberlo es porque la víctima explota y te lo encuentras llorando y es cuando se actúa», señala, para añadir que, «los adolescentes son reacios a denunciar, creen que son chivatos si dicen lo que les ocurre o lo que ocurre a otros y tenemos que convencerles de que no es así, hay que demostrarles que se puede confiar en nosotros ». Con todo, cree que hay que intentar que no lleguen a producirse. Para ello, según González, «hay que tratar este problema desde pequeños. Los conflictos empiezan en Primaria, van perdurando y se agravan en Secundaria». A su juicio, «es un problema muy grave porque la víctima lo siente así y no hay más que ver que incluso se llega al suicidio». I. V.
