La nueva reducción de los efectivos mínimos de guardia en el servicio de Bomberos ha vuelto a despertar malestar entre los efectivos, que a través de los sindicatos acusan al equipo de gobierno de «irresponsabilidad» y de poner en riesgo la «seguridad» de los trabajadores y de la ciudad. El concejal de Seguridad, Fernando Marcos, sostiene que se han visto abocados a reducir el personal mínimo de 24 a 22 efectivos de manera temporal hasta el 31 de marzo para garantizar que los trabajadores se puedan tomar los días libres que les pertenecen de 2015. Marcos rechaza que esta medida afecte a la seguridad, aunque admite que sí supone una merma en la «calidad» del servicio.

Si el lunes fue CC OO, ayer el sindicato CSIF insistía en sus críticas a esta medida, acusando al tripartito de que «evidencia que la seguridad no es prioritaria» y de «irresponsabilidad», considerando que con esta medida «se incumple la norma para organizar el servicio en función de la población». En un escrito remitido al alcalde, el sindicato indica que los bomberos han pedido al nuevo jefe de Bomberos, Eduardo Aragolaza, que «reconsidere la medida» y le advierten de que «no van a permitir que se pase esa línea roja» al entender que se pone «en grave riesgo a la ciudadanía».

Marcos argumenta que los efectivos han acumulado días libres y que la plantilla es insuficiente para cubrir esas ausencias, lo que hace «imposible» mantener en 24 los servicios mínimos. Esgrime que se ha aplazado a marzo el periodo para que los bomberos puedan disfrutar de sus días libres y, hasta entonces, se mantendrá la reducción de los mínimos a 22. Se escuda en que el plan de ajuste no permite aumentar la plantilla hasta 2017 y que esta es insuficiente. Con todo, da «garantías» que «no afecta a la seguridad sino a la calidad del servicio» y que toda emergencia «se atenderá». Sostiene que poblaciones similares a Alicante cuentan con menos de 22 efectivos de guardia y puntualiza que tienen intención de «rediseñar» el servicio para que esta situación «no vuelva a ocurrir».