La parroquia de San Blas ha acogido en la tarde de hoy miércoles su tradicional misa solemne para celebrar la festividad del copatrón de Alicante. Tras la liturgia, como es costumbre en esta parroquia cada 3 de febrero, se han bendecido panecillos que han sido repartidos entre los fieles y se ha ungido la garganta con aceite a quienes lo han solicitado. Con esta misa se han cerrado los actos conmemorativos, que empezaron el viernes, de una efeméride muy especial, ya que este año han coincidido los 1.700 años del martirio de San Blas y los 400 años de su nombramiento como copatrón de Alicante. El Acto principal de las celebraciones extraordinarias fue el traslado en procesión del santo, el pasado domingo, desde la parroquia hasta la concatedral de San Nicolás.