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El agua en la calle, como si de «oro líquido» se tratara

El precio de la misma botella varía hasta un 400% en función del lugar de compra

El agua en la calle, como si de «oro líquido» se tratara

Hasta un 400% puede variar el precio de la misma botella de agua (igual marca y tamaño) en función del lugar público en el que se adquiera. Entre los más caros se sitúan las infraestructuras de transportes, como el aeropuerto o las estaciones de autobuses y ferrocarril. La cuestión no es baladí, ya que despierta el malestar entre los usuarios que ven incomprensible la amplia horquilla de precios en lugar públicos. En el lado opuesto se sitúan los centros sanitarios, tanto sean hospitales como centros de salud.

Aunque el precio no es la única cuestión que preocupa a los compradores de agua de máquinas dispensadores, el producto «estrella» en este autoservicio. El mejor ejemplo ha ocurrido recientemente en la Universidad de Alicante, donde se acaba de renovar la contrata de la explotación de máquinas expendedoras de productos de alimentación y de bebidas, que ha supuesto una variación en la marca del agua que se vende en la UA. Este cambio no ha pasado inadvertido entre los alumnos y trabajadores de la Universidad, que han trasladado varias quejas al sindicato SEP, que a su vez ha remitido un escrito al Vicerrectorado de Campus y Sostenibilidad. «Le hemos trasladado la preocupación de no pocas personas ante la constatación de que el nuevo contrato ha conllevado una subida de precios y una disminución en la calidad de algunos productos», sostienen desde el sindicato. En concreto se centran en las botellas de agua. «No solamente ha subido de precio, sino que además ha dejado de ser de una marca de cierta calidad para pasar a ser de una marca de las más baratas y menos apreciadas», añaden.

Con todo, y pese a que los usuarios de la Universidad de Alicante no son pasajeros, el precio del agua en el campus llega a los 50 céntimos, aunque eso sí en la Universidad Miguel Hernández (con un agua de mayor calidad) se queda en los 45 céntimos. Más baratas son en los centros sanitarios, donde el coste no supera los 40 céntimos. En el límite opuesta se sitúan lugares menos recurrentes para repetir experiencia, aunque a la vez muy visitados. El aeropuerto se sitúa al frente, con botellas de 50 centilitros (como las demás) a 1,6 euros. Cerca se queda la estación de tren de Alicante, con 1,5 euros, y la estación de autobús, a 1,3 euros. A mitad de camino, el TRAM, a 75 céntimos.

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