Ritual. Parece difícil y ambiguo pero el tema que eligió la organización del Global Game Jam que se celebrará durante todo el fin de semana en Alicante «dará mucho juego» a la hora de diseñar videojuegos, que es de lo que trata esta competición de la que Alicante es sede mundial por primera vez y en la que participan medio centenar de jóvenes de la provincia, la mayoría estudiantes o titulados en Ingeniería Multimedia.
Así lo asegura Miguel Ángel Lozano, profesor de la Universidad y coordinador del evento dentro del mes cultural de la Politécnica, al referirse a los programas informáticos que los inscritos tendrán que diseñar en 48 horas, sobre la marcha y sin traer nada de fuera, en una actividad que se desarrolla desde ayer en la Sede Universitaria del edificio de San Fernando 40. La temática la conocieron los participantes a media tarde, que recibieron también una serie de condicionantes, de los que podrán elegir varios o todos, para que los videojuegos sean diferentes. Esto es: sólo pueden usar cuatro colores; deben incluir alguna referencia de Alicante; el personaje central sólo puede ir hacia adelante; y el videojuego deberán permitir que se pueda manejar sólo con una mano.
El desarrollo de las aplicaciones sobre este tema global abarcará toda la jornada de hoy, y mañana domingo cada uno de los grupos en que han sido repartidos los participantes presentará su juego y desarrollo. Ellos mismos votarán con tres, dos o un punto los que más les han gustado, decidiendo los triunfadores, que se enviarán para competir con proyectos de otras sedes del mundo.
Este encuentro de la competición internacional de videojuegos Global Game Jam, dirigido sobre todo a diseñadores, artistas, programadores o técnicos de sonido, comenzó ayer por la tarde con la presentación de la actividad a cargo del director de la Escuela Politécnica Superior, Javier Montoyo; que dio paso a una charla impartida por los desarrolladores del videojuego Randal's Monday. También se presentó a los patrocinadores, y hubo una charla de escritores y guionistas de videojuegos. Después se hicieron los grupos, cada uno de seis personas, para poner a prueba su ingenio durante 48 horas.
