El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, subrayó ayer en Valencia, durante una reunión de trabajo con la junta directiva de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), la voluntad «expresa y clara» de la Generalitat para que Alicante siga siendo sede de la salida de la Volvo Ocean Race, algo que sólo está seguro hasta la edición de 2017. A partir de ese año la situación se complica debido a la precaria situación económica de las arcas públicas y la necesidad de buscar, por tanto patrocinadores privados. Puig no aclaró si habrá fondos públicos.

Lisboa y Dubai pujan fuerte por llevarse la salida de Alicante, que cuenta con el apoyo de la propia organización pero en el aire sigue el tema de los patrocinios. Puig admitió que la salida de la Volvo ha sido positiva para Alicante como sede de la organización y puerto de salida desde 2008, como ya avanzó el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer. Todos los informes constatan, además, que la regata es un motor económico y de empleo generando un movimiento de más de 200 millones de euros los años de edición.

Con todo y pese a las buenas palabras del Consell y de la propia organización de la oficiosa Vuelta al Mundo a Vela, existe una cierta nebulosa sobre el evento, debido a su alto coste el Consell.

El pasado noviembre, el conseller de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler, cifró en las Cortes en 31,6 millones de euros el coste que ha tenido para la Generalitat la salida desde el puerto de Alicante de la Volvo Ocean Race en las ediciones de 2008, 2011, 2014, así como la que todavía tiene que celebrarse en 2017. Vicent Soler detalló que el contrato formalizado para organizar la edición de 2008 de la Volvo supuso unos gastos de 18,8 millones e ingresos por algo más de 16 millones, lo que conllevó un déficit de más de un millón que fue asumido por la Sociedad de Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana. En cuanto a la edición de 2011, el coste fue algo más de 14 millones y supuso ingresos de 6,4 millones, lo que implicó un déficit de 8,1 millones. En la edición de 2014 se renegociaron a la baja distintos conceptos y, finalmente, supuso un coste de más de 17 millones, descontando los ingresos». El conseller explicó que, adicionalmente, se habían producido diversos gastos, por lo que todo suma 31,6 millones de euros.