De riguroso negro y hecha un manojo de nervios se presentó ayer la edil de Alicante Marisol Moreno ante el juez que la juzgó por un delito de injurias a la Corona, la condenó a una multa de 6.000 euros y le echó una reprimenda para que no volviera hacerlo. Todo en apenas una hora.
Así dicen que se las gasta el magistrado de lo Penal de la Audiencia Nacional José María Vázquez Honrrubia (quien suma en su haber un buen número de condenas por hechos similares) y así lo hizo ayer. Cuando aún resonaban en la sala las palabras del fiscal Carlos Bautista pidiendo que la concejala de Guanyar Alacant fuera condenada a diez meses de prisión y a inhabilitación para ser elegida durante el cumplimiento de la pena; y las de su abogado, José Luis Romero, quien hizo un alegato sobre la libertad de expresión y una encendida defensa acerca del derecho de su clienta a reaccionar ante la imagen del entonces monarca posando en plena crisis ante un elefante abatido a tiros en una cacería, el magistrado no quiso dejarlo para después y allí, sin tan siquiera un receso, se marcó de corrido la sentencia in voce.
Haciendo suyos los argumentos del abogado de la edil sobre la imposibilidad de que pudiera ser condenada por haber injuriado al Rey en el ejercicio de su funciones, tal y como pretendía el fiscal, (salvo que la caza se considerara una función Real), el juez no accedió a la absolución planteada por Romero pero sí a rebajar la gravedad de las injurias, lo que eliminó de un plumazo la pena de cárcel y la inhabilitación que reclamaba el acusador público, quien precisamente fue sancionado hace unos años por los tuits que lanzó con un perfil falso contra el fiscal general del Estado o el ministro del Interior, entre otros.
Pero hasta ahí llegaron las concesiones a la defensa de Marisol Moreno. Vázquez Honrrubia consideró a la edil responsable de un delito de injurias a la Corona (sin el añadido de graves) por haber llamado a Juan Carlos I asesino, borracho y vago, entre otras lindezas, a propósito de aquella cacería en Bostwana.
Por mucho que la edil insistió en que en los calificativos eran para el cazador y no para el Rey, que habría dicho lo mismo de un familiar que hubiese visto en una situación similar y hasta que admiraba a la Reina Sofía por su labor animalista, el magistrado precisó que ese tipo de expresiones se enmarcan «en el discurso del odio» y que un cargo público debe tener «exquisito cuidado», sin reparar que cuando la edil las lanzó en Internet era una simple activista cuyo blog «apenas tenía dos o tres entradas al día», según explicó Moreno.
«La condeno», argumentó el juez, «porque estas expresiones son objetivamente injuriosas, hirientes, insultantes (...) e innecesarias para la crítica política y personal (...) no hace falta llegar a la desmesura». Y, tras resaltar que una licenciada en Filología no puede alegar que desconocía el alcance de sus comentarios, vino la regañina. «Se le impone esta sanción para que medite lo hecho y no vuelva a hacerlo», continuó Vázquez Honrrubia mientras la edil asentía con la cabeza, para acto seguido hilar la condena con la figura de la «prevención general» en cuanto al efecto disuasorio que para la edil pudiera tener de cara al futuro el pago de esos 6.000 euros, que el magistrado ofreció poderlos abonar a plazos. Para fijar la cuantía antes le había preguntado a la edil por su sueldo. «Entre 2.700 y 3.000, pero dono la mitad», respondió.
Con todo, Moreno se podía haber ahorrado 3.600 euros de haber aceptado el pacto que el fiscal propuso a su abogado minutos antes de comenzar la vista: una multa de 2.400 euros si se declaraba culpable, algo que rechazó «porque no he cometido ningún delito», reiteró la edil, que enmarcó la denuncia que la ha llevado a la Audiencia Nacional en «la persecución a los nuevos políticos, la mayoría procedentes del activismo con un pasado en redes sociales», señaló.
Dirigentes de IU, entre ellos el edil de Economía de Madrid, Carlos Sánchez, que calificó el juicio de «lamentable», y su jefa de gabinete, la exdiputada autonómica Esther López Barceló, acudieron a arropar a Moreno, quien al término de la vista aseguró que «ahora no pondría en Facebook ni tonto».
