La bendición de animales celebrada ayer en la Plaza de Toros puso el punto y final a las Fiestas del Porrate de San Antón que se han venido celebrando desde el pasado 16 de enero.

La mañana comenzó con una misa y el traslado del Santo desde la iglesia de la Misericordia hasta la Plaza de Toros. Las costaleras de San Antón fueron las encargadas de portar la imagen. Una exhibición y concurso ecuestre donde participaron 12 caballos dio paso a la tradicional bendición de animales. Uno a uno los dueños y sus mascotas fueron pasando delante del párroco de la iglesia de la Misericordia, Felipe Martínez, para recibir el agua bendita y los rollitos del Santo. Más de 1.000 personas participaron en la bendición, según la organización del evento. La mayoría se acercó con perros, pero también hubo gatos, periquitos, canarios, loros, caballos, conejos, hámsteres e incluso, más singulares como un ratón, un galápago, peces y un erizo.

Al acto no faltaron representantes del Ayuntamiento como los concejales Gloria Vara, Asunción Sánchez Zaplana, Luis Barcala o el alcalde Gabriel Echávarri; las belleas de San Antón Alto y las damas del porrate. El buen tiempo animó a muchos a acudir tanto a la bendición como al mercadillo medieval que ayer también echó el cierre.