La dirección general de Salud Pública de la Conselleria de Sanidad Universal ha puesto en marcha el programa de control de los riesgos biológicos y químicos en los alimentos para 2016, que incorpora el análisis de 7.700 muestras de los alimentos de mayor consumo como productos cárnicos, pescados, cereales, lácteos, comidas preparadas, frutas y verduras, entre otros.

Se trata de comprobar que los alimentos no contienen microorganismos perjudiciales para la salud, según indicaron desde Salud Pública.

El control abarca varias etapas de la cadena alimentaria como la fabricación y elaboración, el almacenamiento y la venta al consumidor.

La directora de Salud Pública, Ana María García, explicó que «el programa tiene el objetivo de reducir la exposición de la población a los peligros biológicos -bacterias, virus, parásitos- y químicos -metales, plaguicidas, contaminantes ambientales, aditivos- que pueden estar presentes en los alimentos, y consecuentemente la protección de la salud de la población frente a los riesgos alimentarios».