El Torreón de la Pólvoraque se reconstruyó en la plaza del Puente, en el Casco Antiguo, en un intento de recuperar la torre defensiva de la muralla que allí hubo en el siglo XII y de la que quedaban vestigios sólo en la base ha perdido buena parte de su encanto apenas un mes después de su apertura al público apertura al públicoa causa de las manchas de óxido que ensucian el entorno del monumento. La herrumbre se desprendió con las últimas lluvias del material que se ha utilizado para revestir una especie de contrafuerte del torreón así como las barandillas, acero corten, cuya composición química hace que su oxidación tenga unas características particulares que protegen las piezas que lo llevan frente a la corrosión atmosférica.
El material elegido, tanto el mármol rosado sobre piedra natural como el acero, tenían el visto bueno de la Dirección General de Patrimonio. Cultura supervisó el proyecto impulsado por el Patronato Municipal de la Vivienda para mejorar el entorno así como arquitectos especializados en reconstrucción de edificios, tal y como confirmaron durante las obras desde el Ayuntamiento alicantino, que presupuestó la actuación en 555.000 euros, incluyendo una intervención de mejora en el talud de la calle Álvarez, próxima al torreón.
Sin embargo, en este caso el acero corten ha causado unas intensas manchas de óxido que caen en cascada por el contrafuerte instalado en una especie de prolongación de la torre defensiva y en la acera a su lado. Este temprano deterioro ha sorprendido a los vecinos. «Hemos visto que han utilizado un material que se oxida. Ha llovido un poco y con la humedad, han aparecido las manchas», declaró Daniel Kratzer, presidente de la asociación de vecinos Laderas del Benacantil, que acordó el proyecto con el Patronato.
Los vecinos creen que el fallo está en que no se ha abierto una rejilla de recuperación de agua al pie del monumento para evitar que escurra hacia la calle Toledo, lo que habría limitado las manchas que ensucian la acera. «Esto es un pequeño fallo porque podrían haber hecho una ranura para recoger el agua y evitar que se estropee tanto la acera. Es algo que se puede corregir fácilmente porque visualmente no está bien».
La asociación se pondrá en contacto con el Patronato de la Vivienda para pedir una solución a un problema que afecta especialmente al contrafuerte construido para simbolizar la continuidad de la muralla a partir del torreón.
Esta obra despierta división de opiniones. Mientras Laderas del Benacantil valora su estética que ha cambiado el aspecto de toda la zona, «con una imagen muy civilizada e interesante», desde la otra asociación de vecinos del Casco Antiguo criticaron el diseño y las vallas metálicas. Sin embargo, reconocieron que está mejor que antes, cuando la casa que había sobre la base del torreón estaba en ruinas y llena de basura.
