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Dos plazas que se deshacen

El pavimento de las áreas peatonales de Gómez Ulla y Estella se desprende al caminar y con la lluvia

Dos plazas que se deshacen

«El material que utilizaron no es para una plaza de un barrio de personas mayores, que ya no vienen porque tienen miedo a caerse. Aplanaron con una especie de cemento que va soltando piedras cuando llueve, cuando se le da con el pie o al caminar. Es una vergüenza». La opinión de Juan Moreno, vecino del barrio del Pla, sobre la reciente remodelación de la plaza de Estella remodelación de la plaza de Estella no es aislada ya que residentes y transeúntes coinciden en criticar el rápido deterioro de este espacio público que se reformó hace cuatro meses.

Este vecino se quita las gafas cuando atraviesa la plaza para pisar mejor después de ver cómo se cayeron, a causa de las piedras sueltas, una señora mayor que se dirigía a la parada del autobús situada en un extremo y un niño. «Se partió un diente y le dieron puntos por dentro de la boca. Antes venían los críos a jugar al fútbol pero ya no, supongo que es por el suelo. Quien hizo esta obra debería estar preso», apuntó, enfadado. Lo cierto es que hay tantas piedras sueltas que parece que arrojaron grava para cubrir el espacio cuando la realidad es que se aplanó con un material compacto que es el que se está desmenuzando en una zona que soporta un gran trasiego peatonal de personas que cruzan hacia el centro de salud del Hospital Provincial.

Un deterioro que también afecta, aunque en menor medida, a la vecina plaza Doctor Gómez Ulla, frente al Museo Arqueológico, que se remodeló a la vez que la plaza de Estella en una actuación conjunta que costó 180.000 euros. El Ayuntamiento pidió el dinero a la Diputación para mejorar ambos espacios mediante la renovación del pavimento, el mobiliario y la jardinería. En el caso de Gómez Ulla, el mayor deterioro está en el acceso por la calle Doctor Sapena, con varios boquetes peligrosos en los que hay que tener cuidado de no caer al pasar, y muy cerca de la zona de juegos infantiles.

Los vecinos coinciden en que en la plaza de Estella las piedras se clavan en la planta del pie, que el pavimento se deteriora rápidamente y que los niños no pueden jugar allí porque se destrozan las rodillas y los tobillos. Para las madres que pasan con los carritos de bebé también es incómodo, apuntó otra vecina, María José Aguilar. «Se remodeló hace cuatro meses pero tiene aspecto de estropeada. No me gusta esta obra ni la que se ha hecho en la plaza de Gómez Ulla, en la que han utilizado el mismo sistema. Deberían haber hecho como en las demás plazas, dejar una zona protegida con goma para juegos infantiles, como sí que han hecho, y para el resto, un material más normal», añadió otro usuario, Luis Leonardi. Los vecinos también echan en falta una mayor limpieza del entorno, donde se acumulan hojas y papeles, y se quejan de poco mantenimiento. Porque, salvo los bancos nuevos, no parece que sea una plaza recién reformada.

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