Educación ha decidido retrasar al menos un año la nueva prueba de sexto de Primaria que debía valorar los conocimientos de estos alumnos según la LOMCE. La portavoz del Consell, Mónica Oltra, anunció ayer en Alicanteque se presentará un un recurso para eliminarla porque su coste, 600.000 euros en contratación de personal externo, «no es viable» y supone «cuestionar» la profesionalidad de los docentes de los centros.

El recurso contencioso administrativo se interpondrá contra el Real Decreto 1058/2015, regulador de las pruebas de evaluación final de Educación Primaria y Oltra asegura que es compartido por otras comunidades autónomas y debe ser aceptado «como medida cautelar» este año, porque «puede ser un caos total».

También subrayó que el Consell «no está de acuerdo» con ese sistema y que hay «razones de procedimiento que justifican que se eliminen las reválidas porque no se ha atendido el procedimiento correcto al no dar audiencia a las comunidades autónomas». Oltra concluye en nombre del Consell que «no ayudan a la integración y a la equidad».