El nuevo portavoz del PP en el Ayuntamiento de Alicante, Luis Barcala, sostiene que la labor de su grupo en la oposición será «más incisiva», admite los «problemas de visibilidad» de su grupo y considera que «hay que ser más arriesgado». Barcala toma las riendas del grupo municipal tras la renuncia de Asunción Sánchez Zaplana para ejercer como senadora en la Cámara Alta. La dedicación exclusiva de la hasta ahora portavoz popular, será para el edil del PP José Ramón González.

Barcala indicó que los primeros meses de mandato «han sido para aprender a hacer oposición» y que fue el 31 de diciembre y no con la marcha de Sánchez Zaplana, cuando «cerramos una etapa». Sostiene que «el tripartito ya no puede tener la excusa de que trabaja condicionado por los presupuesto del PP» y aseguró que el equipo de gobierno «ha ido dejando temas aparcados». Subrayó que «el PP tiene la responsabilidad de hacer ese seguimiento de la actividad del tripartito» y que, a partir de ahora, su labor de oposición será «más incisiva porque ahora las decisiones que tomen son responsabilidad de ellos». Al respecto, agregó que «vamos a meter más el dedo en todas las cuestiones que están pendientes de resolver».

Aunque dijo que los populares, en los últimos meses, «hemos hecho un gran trabajo», admitió que «hemos tenido problemas con la visibilidad». Algo que no atribuyó a la labor de los populares, sino a que «el factor novedad del tripartito la ha acaparado, pero ya tiene porco que aportar y ahora tendremos más visibilidad».

«Errores tenemos que haber cometido porque este ha sido un proceso de aprendizaje, dado que somos oposición y a eso tenemos que aprender», agregó Barcala. Entre las cuestiones a «aprender», destacó que «desde la oposición hay que ser más arriesgado en la intensidad del control y no es un problema de tono porque vamos a seguir siendo respetuosos».

Al respecto del panorama municipal tras las Elecciones Generales, consideró que «la acción de gobierno local está paralizada desde septiembre y va a prorrogarse». Además, cree que la situación «complica las relaciones internas en el tripartito y nos preocupa que se trasladen a una falta de gestión». En cuanto al papel del PP y la posibilidad de nuevos pactos, Barcala sostiene que «nadie quiere pactar con el PP». Un acuerdo con el PSOE «es muy complicado», consideró, pero apuntó que «eso no quita la disposición del PP para garantizar acuerdos puntuales en temas importantes para la ciudad».

En cuanto a la marcha de Sánchez Zaplana, aseguró que deja «un grupo cohesionado».