El cronista Viravens dice que los Berenguer era una de las familias nobles que se hallaban instaladas en Alicante cuando le fue concedida el título de ciudad, en 1490. Pero para hallar la documentación en la que es mencionado el primer Berenguer alicantino hemos de adentrarnos en el siglo siguiente.

En su Nobiliario Alicantino, el Barón de Finestrat dice que el primer Berenguer del que se tiene noticias era Pedro Berenguer, casado con Juana Torrella, que había sido bautizada en la parroquia de Santa María en 1535, y con la que tuvo tres hijos. Como no menciona la fecha del enlace matrimonial, se deduce que éste debió realizarse, como muy pronto, en la década de 1550. Los registros parroquiales más antiguos que se conservan comienzan el 12 de febrero de 1535 (bautismos de Santa María, siendo el primero precisamente el de Pedro Berenguer). El primer Berenguer bautizado en San Nicolás fue en 1570 (otro Pedro, hijo de Francisco y Beatriz López). El primer matrimonio de un Berenguer registrado en la parroquia de Santa María se celebró en 1567 entre Francisco y Beatriz Velluter; y el primero en San Nicolás tiene fecha de 1582, entre Luis y Josefa Planelles.

Pero en el Archivo Municipal se conserva documentación datada con anterioridad en la que se mencionan otros miembros de esta familia. Concretamente existe una carta dotal, fechada el 9 de junio de 1511 por el notario Francisco Morales, en la que firman los cónyuges Violante Barreto y Juan Berenguer, hijo de Pedro e Isabel. Juan era labrador.

Un labrador adinerado

De fecha 27 de mayo de 1520 hay otro documento en el que consta que el pescador Francisco Berenguer y su esposa Beatriz (resulta muy improbable que sean los mismos que bautizaron a un hijo suyo en San Nicolás medio siglo después) vendieron al labrador Juan Berenguer por veinte libras un trozo de tierra en la huerta, en el «camí de la mar».

Este último labrador, Juan Berenguer, hijo de Pedro, compró cuatro años y medio más tarde (9-10-1524) otro trozo de tierra con arbolado y una viña por 21 libras; y el 8 de febrero de 1530, otras trece tahúllas de regadío en la huerta por 18 libras.

El 15 de octubre de 1539, este labrador recibió la mitad de la casa de su madre viuda, como pago por la deuda que había contraído con él para pagar el rescate de su nieto, Pedro Berenguer, cautivado por los moros años atrás.

El 1 de marzo de 1544, Juan pagó 155 libras al señor del lugar de Sorio, para saldar un censal de 255 libras que le había cargado en 1530, pero debió morir poco después, ya que el 20 de noviembre del año siguiente (1545), su viuda, Violante Barreto, renunció a la administración de sus bienes a favor de sus hijos Pedro, Andrés y Francisco, por una pensión de 20 libras.

Un Luis Berenguer, doctor en Derecho y con título de magnífico, casado con Josefa Martínez, bautizó en Santa María a cuatro hijos suyos entre 1561 y 1570. Un año después un alicantino llamado Luis Berenguer (no sabemos si el mismo) participó en la batalla de Lepanto, volviendo sano. En 1590, micer Luis Berenguer (quizá la misma persona) formó parte como ciudadano de la comisión municipal que supervisó las obras del pantano de Tibi. Y en enero de 1594, Felipe II dividió el cargo de abogado fiscal y patrimonial en la Gobernación de Orihuela en dos personas, una en Alicante y otra en Orihuela, nombrando a Luis Berenguer para dicho cargo en Alicante.

En julio de 1600 fue elegido jurado de Alicante por insaculación Pedro Juan Berenguer Morales, doctor en Teología y rector de la iglesia de Jijona, quien asistió a las reuniones de las Cortes celebradas en Valencia al año siguiente y en 1604. Escribió una obra titulada «Universal explicación de los Misterios de nuestra Fé».

Por esa época había en la ciudad dos caballeros médicos apellidados Berenguer: Francisco, casado con Leonor Ángela Berenguer, con quien tuvo un hijo (Francisco) en 1605; y Martín (nacido en 1561, hijo de Luis y Josefa Martínez), que se casó en 1603 con Gerónima Avellá y tuvo cuatro hijos: Josefa (1604), Nicolás (1605), Jaime (1608) y Ana María (1609). Jaime fue el heredero de Martín, quien fundó una obra pía tras recibir en 1609 una renta anual de 200 libras de su hermano Teófilo, jesuita.

Fundador de la Compañía de Jesús en Alicante

En 1613 el jesuita alicantino Teófilo Berenguer (bautizado el 17 de diciembre de 1565 en Santa María, hijo de Luis y Josefa Martínez) fundó una administración de su mayorazgo y herencia, con el propósito de establecer en la ciudad una residencia de la Compañía de Jesús.

Según Viravens, «los bienes de esta administracion consistían en una heredad de la partida de la Condomina, en algunos hilos de agua, en un huerto titulado de San Francisco en el distrito rural de la huerta de Sueca, y en los señoríos directos que tenía el fundador de la Universidad de San Juan y en otras haciendas del término Municipal de Alicante». En febrero de 1629 Teófilo Berenguer se alojó junto con otros jesuitas en la ermita de Nuestra Señora de la Esperanza, que estaba en la calle En Llop, y alquiló una casa aledaña a Pedro Juan Berenguer por 46 libras anuales, quedando constituida la primera residencia jesuítica alicantina el 15 de junio de 1635, con Teófilo como superior hasta finales de ese año.

La herencia de Teófilo Berenguer fue motivo de pleitos durante bastante tiempo (al menos hasta 1699), según se desprende de la documentación custodiada en el Archivo Municipal. Pleitos a los que no fue ajena la obra pía fundada por su hermano Martín, cuyos administradores todavía polemizaban con la Compañía de Jesús en 1721.

Ginés Berenguer se llamaba el primer director de una de las escuelas de Gramática que los jesuitas abrieron en 1640.

Fray Agustín Arqués, en su Nobiliario Alicantino (1678), escribió que «la Casa de los Berengueres es muy conocida en esta Ciudad por las muchas familias que hay de ella, y con grande diferencia unos de otros». Y realmente tenía razón, por cuanto a fines del Setecientos los había de todas las condiciones sociales: nobles y vasallos, ricos y pobres. Había, por ejemplo, un Francisco Berenguer zapatero (casado en 1641 con Josefa Archiga y padre de Lorenza, nacida en 1648), un Francisco Berenguer cristiano nuevo que bautizó en Santa María a su hijo Francisco José el 26-4-1666, un médico Onofre Berenguer (documentos fechados en 1672 y 1699), un sastre Dionisio Berenguer (1681), un curador Bautista Berenguer (1688) y un tonelero Antonio Berenguer (1699 y 1717).

Había en este siglo Berengueres pescadores, como José (casado en 1768 con Rita Verdú en Santa María, la misma iglesia donde bautizó a sus dos hijas en 1783 y 1786) y Lorenzo (casado en la misma parroquia con Antonia Crespo en 1779 y padre de Lorenza, bautizada en 1787).

Francisco Xavier Balmis Berenguer

Hijo del cirujano Antonio Balmis y Luisa Berenguer, Francisco Xavier fue bautizado en Santa María el 5 de diciembre de 1753. Era el segundo de nueve hermanos.

Con 17 años aprobó el examen de acceso para una plaza de practicante en el Hospital Militar de Alicante.

Se casó el 30 de marzo de 1773 en Santa María con Josefa Mataix, ocho años mayor que él. Tuvieron en 1775 un hijo, Miguel José. En este mismo año embarcó en Cartagena en la expedición a Argel mandada por el conde de O'Reilly, destinado en el hospital de campaña. La expedición regresó derrotada pero nuestro hombre volvió sano.

Obtuvo el título de cirujano el 11 de julio de 1778 y al año siguiente fue destinado al regimiento de Zamora, que participó en el bloqueo de Gibraltar. Ascendido a cirujano del Ejército en abril de 1781, participó en varias acciones militares y fue destinado con su regimiento a América, sirviendo en hospitales de Jalapa y ciudad de México. En 1790 abandonó la milicia, dedicándose a partir de entonces al estudio de las plantas medicinales y a la vacunación contra la viruela.

De regreso a España, fue médico personal de Carlos IV, a quien convenció para que sufragase los gastos de una expedición a América y Filipinas con el objetivo de distribuir la vacuna contra la viruela en las colonias españolas. Conocida como Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, se llevó a cabo entre 1803 y 1814.

Murió en Madrid el 12 de febrero de 1819.

Berenguer de Marquina

Este apellido compuesto nació en Alicante en el siglo XVI. Todos los nobiliarios consultados dan como cierto que el primer Berenguer de Marquina fue Carlos, casado con Eugenia Ortiz (natural de Onil) y padre de cuatro hijos, sin especificar fechas excepto la del bautizo del benjamín, Ignacio (2-12-1642). Pero los libros de registros parroquiales ofrecen otros datos.

El primer Berenguer de Marquina que se menciona en los archivos parroquiales se llamaba Francisco, estaba casado con Leonor Ángela Berenguer y el 24 de abril de 1610 bautizaron en Santa María a su hijo Pedro, el cual fue registrado solo como Berenguer de primer apellido. Este matrimonio bautizó en la misma iglesia el 20 de diciembre de 1612 a otro hijo, Carlos, si bien esta vez el apellido que figura del padre es solo Berenguer, al igual que el recién bautizado. Pero de nuevo aparece el apellido compuesto del padre en el acta de bautismo del tercer hijo, José Jacinto Berenguer (17-8-1615). Como ocurre con casi todos los apellidos compuestos, al principio de su formación son registrados indistintamente con su forma sencilla.

Sigamos ahora la descendencia a partir del segundo de los hijos, el caballero Carlos Berenguer de Marquina y Berenguer, que en efecto se casó con Eugenia Ortiz, siendo padres de ocho hijos: Carlos (1637), Leonor (1638), María Josefa (1640), Teodoro (1641), Ana María (1645), Ignacio (1642), Marco Antonio (1644) y Cosme (1646). Solo tres de ellos (Teodoro, Ana María y Cosme) fueron registrados con el apellido compuesto, mientras que los otros cinco lo fueron con el sencillo. Carlos fue síndico de la ciudad en 1695.

Teodoro obtuvo el título de generoso y se casó con Margarita Berenguer, procreando a tres hijos: Francisco Carlos (1676), Manuel (1679) y Francisco Ignacio (1680), siendo registrados en el libro parroquial con el apellido compuesto los dos últimos.

Su hermano Marco Antonio, también generoso, miembro del Concejo local en 1696 y casado en 1683 con Isabel Berenguer, fue padre de Antonia (1685), Josefa (1687), Francisco (1688), Pedro (1689) y Bernardo (1692), siendo registrado con el apellido compuesto solo Pedro.

Ignacio, hijo de Teodoro, fue también generoso y desposó a Mariana Pascual de Riquelme, siendo padres de Ignacio (1703, apellido compuesto), Margarita (nacida en Palma de Mallorca en 1710) y Carlos (1708, apellido simple).

Ignacio Berenguer de Marquina y Pascual de Riquelme se casó con María Fitz-Gerald y Estanton, natural de Irlanda, con quien tuvo tres hijos: Félix (1733), Nicolás (1734) y María Antonia (1737), los tres registrados ya con el apellido compuesto.

Carlos Berenguer de Marquina y Pascual de Riquelme se casó con Vicenta Vidal. Bautizaron en San Nicolás a María Rosario (1755), Juana (1759), Vicente (1772) y Micaela (1774).

Vicente Berenguer de Marquina y Vidal fue comisario municipal del vino en 1799. Casado con Felicia Gosálbez, bautizó en San Nicolás a dos hijas: M.ª Concepción (1793) y Rafaela (1798), siendo estos los últimos registros parroquiales y municipales en los que aparece el apellido Berenguer de Marquina en Alicante.

De todos los Berenguer de Marquina el más famoso fue Félix, hijo de Ignacio y María Fitz-Gerald. Bautizado el 24 de noviembre de 1733 en Santa María, ingresó en el Ejército en 1753 y en el Colegio Naval de Cádiz como guardiamarina al año siguiente. Fue profesor de Matemáticas en la escuela de Guardiamarinas, gobernador de Filipinas y caballero de la Orden de Santiago. Llegó destinado a finales de 1794 a México como virrey de Nueva España. En 1799 fue nombrado teniente general de la Armada. Contrajo nupcias en Cádiz (1760) con María Ansoátegui. Tuvieron dos hijos, que nacieron en Cádiz.

Pese a todo, no rompió el vínculo con su ciudad natal, donde seguía teniendo casa e intereses económicos. En 1820, por ejemplo, protestó ante el alcalde por las reformas que se estaban llevando a cabo en el terreno situado en la calle del Vall, heredado por él, y mandó construir una casa en la plaza de las Monjas. Murió en Alicante en 1826. Casi un siglo después, en agosto de 1927, el Ayuntamiento sustituyó el nombre de la Travesía de Belando por el de calle Berenguer de Marquina.

José Carratalá Berenguer fue presbítero y coadjutor de San Nicolás desde 1873 hasta su muerte, en 1883. El 25 de enero de 1878 participó en la plaza Alfonso XII (hoy Santísima Faz), en el sorteo público que se hizo de dos dotes de 125 pesetas cada una entre doncellas pobres, siendo una de las agraciadas la huérfana Dolores Berenguer Prieto.

En 1879 había un benedictino alicantino que se llamaba igual que el fundador de los jesuitas en la ciudad, Teófilo Berenguer, y que era procurador de una misión benedictina en Australia.

En la noche del 12 de marzo de 1883, los hermanos Jaime y Bautista Berenguer, alias «los Llanetas», marineros y residentes en el Arrabal Roig, riñeron detrás de la fonda del Vapor con otros dos hombres, uno de los cuales murió apuñalado. En el juicio celebrado en julio, «los Llanetas» aseguraron que se defendieron cuando se vieron atacados, pero el fiscal pidió la cadena perpetua para ambos. El juez condenó a Bautista a 14 años, 8 meses y un día de cárcel, y a Jaime a tres meses de arresto.

Bautista Brotons Berenguer era un niño de 13 años que, el 25 de abril de 1897, guardó en su chaquetilla la pólvora que había cogido en una casa de la falda del Benacantil. Poco después quiso quemarla en una plazuela, pero se le prendieron las ropas y se quemó el cuerpo, falleciendo en el hospital al día siguiente.

Una maestra reivindicativa

Vicenta Berenguer Soriano ocupó plaza de maestra de escuela pública de niñas en 1860. Al año siguiente alquiló un local para escuela y en 1872 reclamó al Ayuntamiento 675 reales que se le debían por el material escolar que ella misma había comprado.

En 1879 trasladó la escuela a otro local de la calle de las Bóvedas, en 1881 pidió un crédito para el alquiler de la nueva escuela, dos años después aumentó un segundo piso su casa de la calle Riego, 3, y en 1893 volvió a pedir al Ayuntamiento que le pagaran las 250 pesetas que se le debían en atrasos.

El 7 de abril de 1899, la Junta Local de Primera Enseñanza, atendiendo las quejas de Vicenta, dirigió un oficio al gobernador civil, «rogándole muy encarecidamente ordene la traslación á otro punto de la casa de lenocinio que existe frente a la referida escuela con grave daño de la moral y en beneficio de las niñas» (La Correspondencia Alicantina).

En noviembre de 1897 murió su hermana Francisca, que trabajaba en su escuela también como maestra.

Se jubiló en mayo de 1904, en noviembre del mismo año reclamó ante el Consistorio el pago de 2.400 pesetas por alquileres atrasados de la escuela que había dirigido, y en abril de 1906 solicitó una pensión vitalicia.

Maestro, periodista y político

En 1883, el joven José Berenguer Escobedo era maestro en un colegio público y daba lecciones a domicilio o en su casa, situada en Virgen de Belén, 15, 3º. Pero también era redactor del semanario Las Germanías, revista federalista que dirigió a finales del año siguiente.

También dirigió La Coalición (1884), órgano de la Juventud Democrática; el diario federal El Porvenir (1886); el semanario El Federalista (1889-1890); y el periódico El Escándalo (1889-1891). Fue el editor del periódico republicano La Federación (1896-1908) y también redactor del semanario El Cullerot (1884-1895).

Hizo frente a numerosas demandas por injurias, como la que le enfrentó en 1889 con el Ayuntamiento, con sentencia absolutoria.

Afiliado al partido republicano federal, en diciembre de 1897 ocupó una de las secretarías del comité local.

En diciembre de 1898 falleció su madre, Rosa Escobedo, y en febrero de 1906 enviudó de Emilia Fayos. Su hija, Rosalía Berenguer Fayos, se casó el 4 de agosto de 1906 con Francisco Beviá.

Murió el 6 de marzo de 1909.

Concejal y procurador

Julio Corona Berenguer, oficial del Gobierno Civil, se casó en diciembre de 1883 con Isabel García. Era hijo de José Corona, empleado de la Diputación, y de Matilde Berenguer.

En febrero de 1887 Julio fue destinado al Subgobierno de Mahón, pero un año más tarde tomó posesión en Alicante del cargo de procurador de los tribunales, abriendo despacho en Villavieja, 11.

Cuando falleció su madre en junio de 1895, Julio ya era concejal y, como su padre, socio del Círculo Católico de Obreros.

Acusado de falsedad y estafa por una empresa para la que trabajó después de dejar la concejalía, el 7 de febrero de 1901 fue absuelto.

La Hojalatería Berenguer, sita en San Fernando, 20, se anunciaba en la prensa en la década de 1910. Era propiedad de José Berenguer Verdú, quien había sucedido a su hermano Francisco (casado el 27-2-1904 con Faustina Ripoll y fallecido el 4-7-1913) al frente del negocio, el cual amplió como lampistería instalando un electromotor en la planta baja de Torrijos, 20, en 1916. Conchita Berenguer, hija de José, se casó en marzo de 1935 con Manuel Lorente, sargento de Asalto, dando a luz a su primera hija en abril del año siguiente.

Francisco Ayela Berenguer, propietario de La Exportadora de Levante, abrió en 1940 una fábrica de conservas en Moratín, 1; una oficina como consignatario en tránsito en avenida Juan Bautista Lafora, 3, en 1944, que amplió con un almacén para carga y descarga en 1948, y otro almacén de materiales en la plaza del Remedio, 5, en 1950; y un depósito de abonos en Pintor Cabrera esquina General Lacy en 1955. Su padre, Francisco también, había sido capataz de la Transmediterránea y su hermana Soledad estaba casada con José Tur, oficial de Telégrafos.

En 1940, Francés y Berenguer Hermanos, S. L., presentó en el Ayuntamiento un proyecto de ampliación de sus talleres en la calle General Zurbano. En la avenida General Mola, 8, en 1944, esta empresa abrió unos talleres de construcción de maquinaria y accesorios de molinería y panadería. Una de las socias, Milagros Francés Berenguer, construyó en 1961 un edificio de cinco pisos en Plus Ultra, 88.

En 1960, Enrique Berenguer Espasa pidió autorización para construir un grupo de casas de cinco pisos, para 40 viviendas y locales comerciales, en la calle Virgen del Socorro. Al año siguiente construyó un edifico de ocho pisos en avenida de Denia, 3. En 1962, construyó otros dos edificios de cinco pisos en Virgen del Socorro, 143 y San Cayetano, 10; y un garaje en avenida de Denia, 7-15.

El supuesto secuestro de una joven

Diario de Alicante organizó una campaña en julio de 1912 con la intención de aclarar lo sucedido con Francisca Berenguer Coloma, una joven de 21 años (menor de edad), que había abandonado la prostitución para vivir en casa de una amiga, en la calle San Agustín.

Pero el 26 de mayo fue sacada a la fuerza de la casa en la que vivía por Alejandro Rico y dos policías, quienes la llevaron al convento de las oblatas en los Ángeles.

Alejandro y Francisca eran hijos adoptivos de Antonio Bernabéu, de Jijona, de cuya casa ella se había escapado tiempo atrás. Su hermana biológica, Asunción, había recurrido al Patronato de Represión de la Trata de Blancas, cuya presidenta, Concepción Torderá, acudió al juzgado y consiguió el permiso para que Francisca fuese enclaustrada.

Pero Francisca contrató al abogado José M. Alfonseti, quien interpuso una denuncia por secuestro, y además estaba embarazada, razón por la cual la superiora de las oblatas no quiso albergarla en su convento.

Francisca fue trasladada a otro convento de Murcia, donde fue visitada por un juez, al que manifestó su deseo de recuperar su libertad y volver a Alicante. Pero unos días después se desdijo por escrito. La razón se la explicó entre sollozos a un reportero de Diario de Alicante que fue a verla: «La verdad es ésta, señor: yo soy una desgraciada; todo el mundo quiere abusar de mí porque estoy sola. Mis hermanos los primeros. Además le tengo miedo a mi hermano que me ha amenazado de muerte si salgo de aquí».

A mediados de julio regresó a Alicante, alojándose en la Casa de Beneficencia por disposición del juzgado y deseo de ella.

Isidro Albert Berenguer

Nació en Pinoso el 15-5-1896. Licenciado en Filosofía y Letras, fue ordenado sacerdote y cantó su primera misa el 6-6-1920 en la iglesia de las Capuchinas de Alicante.

Fue capellán del colegio Jesús y María de Alicante, y del Regimiento de la Princesa n.º 4, participando durante seis meses en la campaña de Marruecos. En 1927 fue capellán del convento de las Capuchinas de Alicante.

Miembro de la Comisión Provincial de Monumentos de Alicante (1928), censor eclesiástico de La Voz de Levante (1928-1931), subdirector del Boletín Oficial del Obispado (1930), rector del colegio de Santo Domingo de Orihuela (1932), archivero y conservador del Tesoro Artístico Diocesano (1933), fue nombrado ecónomo de la parroquia de Santa María de Alicante el 25-1-1934.

Ingresó mediante oposición el 25-2-1935 en el Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos del Estado, ocupando cargos de director de bibliotecas y museos en Albacete y Murcia, antes de hacerse cargo de la dirección de la Biblioteca Pública de Alicante el 9-10-1944.

Autor de numerosos artículos y libros, fue nombrado profesor de Religión del Instituto de Enseñanza Media de Alicante el 15-11-1944.

Hoy hay censadas en la ciudad 1.447 personas llamadas Berenguer: 756 con el primer apellido, 681 con el segundo y 10 con ambos.