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Johan Galtung

«Para solucionar un conflicto hay que hablar con todos, sean el Estado Islámico o el Pentágono»

«Mi primera mediación fue en Estados Unidos en 1958, entre blancos y negros», relata Galtung

Pionero en los estudios de investigación sobre paz y conflictos sociales, el sociólogo y matemático noruego, de 85 años, participa esta tarde en el Club INFORMACIÓN en un acto organizado por ProMediación.

¿En cuántos conflictos ha mediado a lo largo de su vida?

La mediación es para mí una profesión, tengo más de 60 años de experiencia y eso ayuda. He intervenido como mediador en alrededor de 150 conflictos y he trabajando en otros tantos países.

¿Cuál fue el primero?

En 1958 en EE UU, cuando era profesor en Columbia University. Fue entre blancos y negros por la integración en el sistema escolar en una ciudad de Virginia importante simbólicamente, Shadwell, donde nació Thomas Jefferson. Mi consejo fue permitir a los segregacionistas, que veían la integración como un peligro social, tener algunas escuelas privadas para su gente. Mi punto de vista fue que sin esta válvula de escape podían ser muy violentos. No fue la solución ideal pero funcionó.

¿Cuál es la clave para solucionar un conflicto?

Es muy importante hablar con curiosidad y respeto con todas las partes en un conflicto. Aunque a veces sean poco apetecibles no hay que vetar a nadie. Mi experiencia es que hay que hablar con todos, sean el Estado Islámico, Al Kaeda o el Pentágono. Todos tienen puntos interesantes e importantes a tener en cuenta.

¿Cree de verdad que se puede resolver el conflicto con el Isis?

Claro que se puede resolver pero hay que hablar con ellos. Está claro que la mayoría que habla sobre ellos no ha tenido ningún contacto. Hay que hablar directamente con ellos.

¿Usted lo ha hecho?

Sí. Con algunos. Es algo complicado. Hay que saber un poco. España tiene la ventaja de que ha tenido experiencias buenas con ellos, me refiero a la época dorada andaluza. Hay que conocer ese mundo mejor, cómo funcionó. Y lo hizo, como todos sabemos, con diálogo entre cristianos, hebreos y musulmanes. Terminó mal pero duró muchos siglos. Hay que recuperar algo de eso pero primero hay que hablar con ellos para comprender lo que quieren, su visión del mundo. Nunca he hablado con nadie que no tenga algunos puntos sensatos y razonables, ellos también, pero los actos y las palabras son extremistas. Reconocen que son extremistas pero dicen «nada en comparación con ustedes».

¿Cómo abordaría el tema de Cataluña?

Hablando la gente, hablando con todos. Como dije, en todo conflicto hay alguien sensato pero muchas veces cuando hablan en el espacio público utilizan palabras extremistas que creen que van a tener más impacto cuando en general es exactamente lo contrario. Con palabras extremistas te excluyes.

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