Un crecimiento bien recibido pero por causas que no gustan a nadie. Los hoteles de la Costa Blanca han ganado en los últimos dos meses 50.000 turistas, en su mayoría británicos y alemanes, que han llegado a la provincia «desviados» por los graves problemas que sufren mercados rivales en la franja mediterránea, sacudidos por la violencia yihadista, en especial Turquía, Egipto y Túnez, donde, por ejemplo, cadenas hoteleras como la española Riu, ha dejado de trabajar los diez establecimientos que gestionaba. Esta coyuntura positiva para la provincia está entre las causas de que el aeropuerto de Alicante-Elche cerrara diciembre con un crecimiento del 17% y 608.243 pasajeros, cifra récord en la terminal y que no se recordaba desde 2007. Del total de viajeros, más de medio millón fueron extranjeros De hecho, Reino Unido y Alemania son los dos países que más pasajeros aportan al aeródromo.

Los destinos españoles de sol y playa han vuelto a beneficiarse de la inestabilidad geopolítica en algunos de sus principales países competidores, que ha generado un nuevo trasvase adicional de no menos de un millón de extranjeros hacia España, de los 2,1 millones que han perdido Túnez, Egipto y Turquía en 2015. «La verdad es que el problema es grave y muy diferente a los problemas que tuvimos nosotros con el terrorismo etarra. Entonces los turistas no tenían la percepción de que estaban amenazados directamente, ahora la amenaza es global», subrayaron ayer fuentes de la patronal hotelera. Según el «lobby» empresarial Exceltur, entre un tercio y la mitad del crecimiento del número de turistas extranjeros en España se debe a los problemas en los mercados competidores, apunta José Luis Zoreda, presidente de Exceltur. En su opinión, España puede ser un gran «embudo» que recoja a los turistas que dejen de ir a Turquía, sacudida anteayer por un atentado en Estambul que dejó diez muertos. A ello se añade, por otro lado, el conflicto político entre Rusia y Turquía, país que recibe 33 millones de turistas al año, de los que 5 millones son rusos. El crecimiento de la inestabilidad en el último trimestre de 2015 provocó un fuerte aumento de las llegadas a España.