Siete años después de que se agrandaran unas grietas en la fachada que provocaron su desalojo, lo que obligó a la reubicación de los alumnos en barracones, la rehabilitación del colegio Manjón Cervantes de Alicante ha concluido, lo que permitirá a los estudiantes volver el lunes al aula. Con la remodelación de este centro, se acaba con los barracones en la ciudad de Alicante, según destacó ayer la concejal de Educación, María José Espuch, quien acudió a recepcionar las obras a este centro del barrio de Carolinas con los ediles Daniel Simón y Gloria Vara.

Técnicos de la Conselleria de Educación y de la Concejalía de Urbanismo supervisaron las obras, realizadas por el estudio Regalado Arquitectos, bajo la dirección técnica del Ayuntamiento. Han durado cuatro meses y han costado un millón de euros, financiadas por las arcas municipales y la Conselleria de Educación. Además de arreglarse grietas y humedades, se han sustituido las carpinterías exteriores y renovado el alumbrado. Desde Urbanismo destacaron que sus técnicos certificaron en su día, tras estudiar las grietas, que la estructura estaba consolidada con cimentación en roca. Esto evitó que fuera demolido, como ocurrió con el colegio público de Benalúa.