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Treinta municipios rebajaron en 2015 la presión sobre el IBI

Catastro constata que grandes localidades decidieron reducir en 2015 el tipo impositivo del impuesto

Treinta municipios rebajaron en 2015 la presión sobre el IBI

El inicio de la recuperación económicarecuperación económica, por una parte, y la llegada de las elecciones, por otra, han provocado que una treintena de ayuntamientos de la provincia decidieran rebajar en 2015 la presión fiscal sobre el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), uno de los principales sustentos económicos de las arcas locales. De acuerdo con los datos que acaba de actualizar la Dirección General del Catastro, un total de 35 corporaciones alicantinas optaron por rebajar el pasado año el tipo impositivo del tributo con el objetivo de que los ciudadanos vieran aligerada su carga tributaria. Esta tendencia no es nueva, aunque sí se acentuó sobremanera durante el pasado ejercicio.

Por partes. Cuando comenzaron las turbulencias económicas, allá por el último trimestre de 2007, los consistorios alicantinos gozaban en su inmensa mayoría de una buena salud económica sustentada, en parte, por los ingresos ligados al ladrillo. El Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) y las tasas urbanísticas -en menor medida- aportaban anualmente pingües cantidades de dinero a los ayuntamientos. Pero la burbuja inmobiliaria estalló y los fondos relacionados con el cemento fueron menguando de manera progresiva. ¿Qué hicieron entonces las entidades locales para tratar de cuadrar sus cuentas? Muchas, incrementaron el tipo impositivo del IBI en las propiedades de naturaleza urbana. En 2012, con la crisis golpeando de lleno las arcas municipales, la mitad de los 141 ayuntamientos alicantinos ya lo había aumentado en relación con el que tenían en 2007.

Los recibos del IBI se calculan en función de dos variables. La primera, el tipo impositivo. Los ayuntamientos fijan un porcentaje que oscila, por ley, entre el 0,4% y el 1,1%. No obstante, esa cifra puede incrementarse en algunos casos. En concreto, en las capitales de provincia, en las localidades que dispongan de servicio de transporte público colectivo de superficie y en las poblaciones que presten más servicios que los recogidos en la Ley reguladora de las bases de régimen local. Todas ellas pueden aumentar el tipo de gravamen hasta un máximo de un 0,07% en los dos primeros casos, y un 0,06% en el tercero, tal y como refleja la normativa.

Pero, ¿cuáles han sido las poblaciones que decidieron rebajar su tipo impositivo el pasado año, en vísperas de las elecciones? Los datos que ofrece el Catastro revelan que hay de todo tipo. Pequeños, medios y grandes. Por ejemplo, Alicante. El pasado mes de febrero, tres meses antes de los comicios municipales y autonómicos, el equipo de gobierno -PP- promovió una reducción para pasar del 0,77% al 0,69%. Todos los grupos con representación votaron a favor, excepto EU, que se abstuvo después de que le tumbaran la alegación que presentó. Los alicantinos, sin embargo, no han visto reducido el recibo en el mismo porcentaje. ¿Por qué? Porque esa bajada iba a venir acompañada, a su vez, de otro incremento del 10% en la cuota, impuesta desde el Gobierno central al encontrarse la ciudad inmersa en un plan de ajuste.

En Benidorm, otra de las poblaciones de más de 20.000 vecinos, también se adoptó una bajada. Según la información del Catastro, el tipo impositivo fue del 0,83% en 2014, mientras que el pasado año quedó fijado en el 0,75%.

Junto a las entidades locales que aprobaron bajadas en el año electoral se suman además aquellas que también lo hicieron... pero con efecto para 2016.

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