El Ayuntamiento de Alicante prevé invertir este año 700.000 euros en la sustitución de las tradicionales farolas de vapor de sodio que hay en los barrios por otras de tecnología led. En total, pretende sustituir 2.000 bombillas, principalmente en los barrios de Carolinas, San Gabriel, San Blas o Virgen del Remedio. Una iniciativa con la que el área de Medio Ambiente quiere ahorrar 155.000 euros al año a las arcas municipales, lo que amortizaría la inversión en cuatro años y medio.
El concejal del área, Víctor Domínguez, incide en que, además del ahorro energético, se evitaría la emisión de una importante cantidad de CO2 a la atmósfera y se facilitaría la telegestión del alumbrado público. Es decir, que esta tecnología permitiría, por ejemplo, reducir la intensidad de la iluminación a partir de las doce de la noche en determinados puntos de la ciudad y aumentar así el ahorro energético.
Estas no serán las primeras farolas led que se instalen en la ciudad. Ya se pueden encontrar en algunos parques y plazas, donde han venido instalándose progresivamente en los últimos años. Entre los últimos espacios públicos que cuentan con esta tecnología se encuentran la plaza Padre Ángel de Carcaixent, en Ciudad de Asis, y la de Navarro Rodrigo, en Benalúa. En estas dos plazas se han instalado 46 lámparas led, que generarán un ahorro de 3.450 euros al año a las arcas públicas, según indicó Domínguez.
La sustitución de luminarias luminarias tradicionales por led será la principal inversión del área de Limpieza, Zonas Verdes y Medio Ambiente de este año. El edil Víctor Domínguez, incide en la apuesta por esta nueva tecnología. Al respecto, asegura que trabaja en un proyecto para solicitar al Ministerio de Industria y Energía a través del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) un préstamo de 3,8 millones para el cambio de luminarias y farolas en la ciudad por otras de tecnología led. El concejal explica que se trata de una ayuda «al cero por ciento de intereses a devolver en diez años, a razón de 380.000 euros anuales». Un importe que, esgrime, el Ayuntamiento podría amortizar con facilidad teniendo en cuenta que con ese dinero podrían cambiar 6.500 bombillas y ahorrar 450.000 euros al año.
Sin embargo, la petición de este préstamo choca con las restricciones del plan de ajuste al que está sometido el Ayuntamiento de Alicante por el rescate del Gobierno. «Aunque es rentable, pedir un préstamo rompería la regla de gasto» permitida por el Ministerio de Hacienda, lamenta el regidor. Para sortear este escollo, los técnicos de su área estudian la posibilidad de solicitar el préstamo, pero para que se les conceda a partir de enero de 2017 «cuando ya tendremos más margen en la regla de gasto». Otra opción es tratar de justificar ante el Ministerio que la medida no generará un perjuicio para las cuentas municipales. Algo que permitiría poder disponer del préstamo este mismo año.
Si finalmente se consigue, el ahorro podría oscilar entre la inversión prevista en 2016 y la del préstamo en unos 600.000 euros al año sobre los cinco millones que, aproximadamente, cuesta el alumbrado público de la ciudad, como indicó Domínguez.
El contrato de suministro eléctrico, con la compañía Nexus, caducó el 31 de octubre sin que haya vuelto a licitarse. El Ayuntamiento prevé hacerlo a partir de febrero con un ahorro, teniendo en cuenta la reducción del coste de la energía. Hasta que no se adjudique debe ir aprobando pagos mensuales al margen de la contrata por 600.000 euros (al rededor de 350.000 para el alumbrado público y el resto para dependencias municipales y colegios).
Ya durante el mandato anterior se sustituyeron más de 1.500 luminarias, como ya recogió este diario. Más de 800 con un sistema que permite regular la intensidad de la luz y mantenerlas al 50% de su potencia. El resto, alrededor de 700 farolas de la ciudad, se dotaron de luminarias led.
