A los más de 780.000 euros mensuales que el Ayuntamiento ya paga por servicios prestados fuera contrata por estar caducadas (la limpieza de colegios y dependencias, el mantenimiento del cementerio y el suministro de sillas para espectáculos), se sumarán a partir de ahora otros 613.000 euros al mes por el suministro eléctrico para el alumbrado público, las instalaciones municipales y colegios. Un contrato que caducó el 31 de octubre y que ni siquiera ha salido a licitación. Ayer una Junta de Gobierno Local urgente y extraordinaria aprobó el pago esa cantidad a la empresa Nexus, que fue la adjudicataria del servicio, por el suministro de noviembre. Una situación que ya se dio durante el mandato anterior y que fue muy criticada por los grupos de la oposición.

El portavoz del tripartito, Natxo Bellido, esgrime que se trata de un contrato complejo y que debería haber comenzado a tramitarse en marzo cuando aún gobernaba el PP y que no comenzó a gestionarse hasta junio, con la entrada del nuevo gobierno local. Con todo, incide en la complejidad y lentitud del contrato y explica que, hasta febrero, no podrá sacarse a licitación. Mientras tanto, tendrán que ir pagando facturas mensuales mediante reconocimientos de crédito para evitar «consecuencias lesivas» para ambas partes. Es decir, para evitar cortes de luz. Bellido achaca el retraso a la «falta de previsión» del gobierno anterior y admite que, si bien se pagará lo mismo por el suministro mediante este sistema, un nuevo contrato podría conllevar un «ahorro» para las arcas municipales porque «ahora la energía es más barata» que cuando se adjudicó el contrato.

Balance

El portavoz del tripartito realizó ayer balance con motivo del cierre del año. Consideró que «es positivo» y que el nuevo gobierno tripartito (PSOE, Guanyar y Compromís) ha logrado «visualizar que las prioridades han cambiado», destacando la vertiente social y el comedor para los niños sin recursos en vacaciones. Subrayó que «ya no somos noticia por la corrupción» y las «políticas de transparencia». «El miedo a hacerse la foto con la alcaldesa (en referencia a la exregidora Sonia Castedo) ha desaparecido», destacó.

En cuanto a la hacienda local, se refirió a la «situación complicada» que heredaron del anterior mandato y a la «falta de autonomía» por la intervención de las cuentas por parte del Ministerio de Hacienda. Entre los deberes pendientes para 2016, puso el Plan General, un plan de ciudad y otro de inclusión social.