No es nada habitual que la Sindicatura de Comptes apunte «indicios de responsabilidad contable» y, en consecuencia, eleve notificación al Tribunal de Cuentas por anomalías detectadas en las cuentas de la Generalitat. Este año ha ocurrido. Lo subrayó ayer Rafael Vicente Queralt. La advertencia la hace a propósito del contrato de consultoría para definir las condiciones de la privatización de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias (Cacsa), un acuerdo suscrito el 14 de noviembre de 2012. «El 24 de junio de 2014 se dan por concluidos los trabajos objeto del contrato y, por tanto, las tres fases pendientes de ejecución en 2013», se apunta en el informe, para señalar que en el acuerdo «se determina el pago del importe pendiente, por 10.500 euros, IVA excluido» y la «devolución de la garantía definitiva». En las cláusulas cuarta y quinta del contrato de 2012 se establece que se deberá «determinar si la prestación de los servicios se ha realizado» y que el pago de 10.500 euros se acometerá «cuando finalicen los servicios de apoyo a Cacsa» y «tras la firma del acta de conformidad». El Síndic advierte de que en el expediente «no consta el acta de conformidad» y de que los «servicios de apoyo (...) no han sido prestados por retrasos debidos a requerimientos de Cacsa».

El informe explica que el 2 de julio de 2014, Cacsa formalizó con la consultora un contrato de servicios complementarios por el 50% del precio del contrato anterior y el 26 de febrero de 2015 «se satisface el pacto del contrato por 21.000 euros más IVA». Tras fiscalizar todas estas actuaciones la Sindicatura «aprecia la existencia de indicios de responsabilidad contable, pues resulta posible la existencia de pagos realizados por Cacsa sin haber recibido en su totalidad la contraprestación». «El pago por importe de 10.500 euros más IVA, no puede considerarse procedente, dado que la adjudicataria no había cumplido totalmente con el objeto contractual», apunta el Síndic. Cacsa registró el año pasado un descenso de los ingresos del 7,5%, al pasar de 28,5 a 26,4 millones, debido a la reducción de visitantes y de actos y eventos, partida esta última que cayó un 69% (de 2,1 millones a 649.173 euros).

Por otro lado, el informe refleja la «falta información» sobre la repercusión de no haberse celebrado la Fórmula 1 en Valencia en 2013 y 2014, una contingencia derivada de los compromisos asumidos por Circuit del Motor en la fusión con Valmor Sports, firma organizadora.