El año pasado se contabilizaron en la provincia 1.057 altas hospitalarias por enfermedades hipertensivas, un 13,7% más que en 2013 y un 35,2% más si el dato se compara con 2012. Pese al notable incremento, no obstante, el jefe de Cardiología del Hospital General hace hincapié en no ser alarmista con estas cifras, ya que en buena medida esto se debe a que «hay cada vez más diagnóstico y tratamiento de una enfermedad muy silente» que antes con frecuencia no se detectaba. En estos momentos, el índice de detección y tratamiento alcanza el 80%, en parte gracias, según Sogorb, «al trabajo que se realiza desde Atención Primaria», que es donde se llevan a cabo la mayor parte de los diagnósticos y las asistencias. Además, «es quizá uno de los aspectos donde más sensibilidad hay» y, por tanto, más control por parte de los propios pacientes. Con todo, apela a no bajar la guardia y «no abandonar las buenas costumbres» en alimentación y ejercicio. A. T.
