La Generalitat ha dicho basta. El conseller de Hacienda, Vicent Soler, se plantó ayer ante el agravio económico que sufre la Comunidad Valenciana desde hace más de una década y anunció que pedirá al Gobierno de manera formal y por primera vez una quita de la deuda de 16.000 millones. Hasta ahora, los distintos miembros que han ido pasando por el Ejecutivo autonómico han deslizado la idea de pedir a Madrid una compensación por la infrafinanciación. Pero no han pasado de ahí. Ayer, sin embargo, Soler se mostró tajante. «El Gobierno central se ha de hacer cargo de la deuda histórica, sea la fórmula que sea, vía una mutualización de la deuda de verdad y, sobre todo, la quita. No podemos tener la losa de 4.000 millones anuales en el Servicio de la Deuda (una de las partidas del Presupuesto). ¿Hasta cuándo habrá que soportar esa carga? ¿Hasta siempre?», se preguntó.

El titular de las finanzas autonómicas se postuló en estos términos al leer en este diario que los gobiernos de Francisco Camps y Alberto Fabra sobrepasaron en 15.253 millones el tope de déficit exigido por el Ministerio de Hacienda entre los años 2008 y 2014. Es decir, durante el periodo de crisis económica. Tal y como adelantó INFORMACIÓN en su edición de ayer, los dos últimos jefes del Consell se mostraron incapaces de equilibrar las cuentas y, además, rebasaron con creces el desfase presupuestario que permitía el Gobierno central todos los años. En 2011, sin ir más lejos, los números rojos fueron de 6.696 millones, 5.380 más de los marcados por Madrid. Todo un récord.

Las causas

Ese exceso de déficit se produjo, principalmente, por dos motivos. El primero, la política de grandes eventos. Y el segundo, la infrafinanciación. De acuerdo con los datos que maneja la Conselleria de Hacienda, la Comunidad deja de recibir año a año cerca de 1.000 millones de euros que le corresponderían en función de su población. Este agravio, precisamente, ha contribuido de manera notable a que la deuda de la Generalitat alcance ya los 40.262 millones de euros. Sobre todo, porque no es nuevo. Se acrecentó con el modelo de financiación que se aprobó en la etapa de José María Aznar y se mantuvo en 2009, cuando el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero sacó adelante el suyo.

«El actual Consell ha recibido una ruinosa herencia de los anteriores gestores del Ejecutivo, entre ellos la presidenta del PPCV y exconsellera Isabel Bonig, a la luz de los más de 15.000 millones en que se excedieron del límite legal de déficit los gobiernos de Francisco Camps y Alberto Fabra, y del exresponsable de Hacienda, Juan Carlos Moragues», continuó Soler. Por ese motivo ha decidido redoblar ahora la presión y plantarse ante Madrid. «Vamos a reclamar al futuro Gobierno central que se configure tras las elecciones del 20D la exigencia de asunción de la deuda histórica, por importe de 16.000 millones desde 2002, por la infrafinanciación que sufre la Comunidad Valenciana», apostilló, en declaraciones a este diario.

El conseller coincidió en que dos son los motivos que han conducido a la Comunidad a rozar en su día el default y a sumar esos 15.253 millones de exceso de déficit. El primero, el «frenesí de una irresponsable política de proyectos megalómanos y de grandes eventos, iniciativas que sólo buscaban aparentar y que han acabado ocasionando un roto en la hacienda autonómica». Y el segundo, la infrafinanciación. «El nuevo Consell va a rescatar a la Generalitat del modelo de financiación impuesto por Rajoy y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que dice que no está asfixiando a la Generalitat, pero que concede préstamos a devolver al Estado», añadió.

Soler también echó mano de un estudio independiente que constata que para que las comunidades infrafinanciadas por habitante se equiparen a la media se necesitan unos 4.000 millones, «el mismo dinero que dice Montoro que le costó, para todas las autonomías, el plan de deuda a interés cero».