Los establecimientos de hostelería de la plaza de Gabriel Miró aceptarían cierta reducción en el horario de cierre a cambio de que no se recorte la superficie de veladores que hay en la plaza. Así se lo expusieron ayer titulares de varios negocios y el abogado que representa a la decena de locales que hay en la plaza al concejal de Ocupación de Vía Pública, Miguel Ángel Pavón, con quien se reunieron en un intento de desbloquear el conflicto abierto por el plan de ordenación que prepara el equipo de gobierno, que pasa por reducir un 17% las mesas y sillas (frente al 35% inicial que planteó el edil) y el cierre de las terrazas a la una de la madrugada todo el año, una hora y media antes que el actual horario de fines de semana y de verano.

Pavón, que recogió la propuesta para estudiarla con sus socios del gobierno tripartito y para trasladarla a los vecinos, explicó que los hosteleros de Gabriel Miró están por la labor de adelantar el cierre en media hora sobre lo que marca la ordenanza los días laborables de invierno. Esto es, cerrarían a medianoche, ampliando el horario los fines de semana. Para el verano quieren ampliar el margen hasta las dos de la madrugada.

«Lo tendremos en cuenta pero alguna reducción (de espacio de mesas y sillas) habrá, sí o sí, aunque ellos plantean que sea la menor posible». El edil recordó que ese no es el espíritu del plan, «que pasa por dejar libre de veladores la zona alta de la plaza de Gabriel Miró, considerada noble, y los laterales». No obstante, dijo que se permitirá seguir a los negocios actuales con sus mesas y sillas temporalmente, y que se irán desalojando de la plaza conforme los establecimientos cierren o traspasen negocios.

En la reunión, los establecimientos que dan a Manero Mollá (La Sastrería, Los Mejillones), pidieron también incrementar algo la superficie que ocupan en la plaza mientras los del lateral de Correos solicitaron ocupar un metro aproximadamente de la parte alta de la plaza, la más próxima a las jardineras. Un local más reclamó ampliar su terraza hacia la calle San Francisco, para lo que habría que quitar una seta, algo que depende de la Concejalía de Tráfico.

De veladores se volverá a hablar el lunes en la mesa de negociación que forman los grupos municipales con los hosteleros, vecinos y comerciantes, donde Pavón insistirá en la necesidad de dejar en Castaños una zona de tres metros libre para emergencias como reclaman los Bomberos y, en resumen, de abrir pasillo puesto que entiende que los negocios hosteleros están expulsando al comercio y «hay que recuperar el equilibrio».

Cierre los domingos desde el 17

Por otra parte, el Ayuntamiento recibió ayer por registro la declaración de la nueva Zona de Gran Afluencia Turística aprobada por el Consell, que impedirá la apertura de los centros comerciales y negocios de más de 300 metros cuadrados los domingos y festivos todo el año. La entrada en vigor no será efectiva hasta el 17 de enero, puesto que los días 27 de diciembre, 3 y 10 de enero podrán abrir al ser domingos de apertura aprobados por la Generalitat.