Acababan de abrir su negocio en las cercanías de la administración 26 de la calle Cerdá, en el barrio de Los Ángeles de Alicante, y a los poc0s minutos, en cuanto salió el madrugador segundo premio y los clientes alborozados comentaban que 10 décimos los había vendido la lotera aledaña, le dijo a su hermana que se iba a casa. «Llevaba un décimo y no ha querido confesarlo. Ha dicho que se cogía la mañana y se ha ido con la perra. Yo no podría callármelo», confesaba la hermana, lamentando que no saliera el 79 que ya lleva jugándolo 50 años. «A mi hermano le han tocado 125.000 euros, un décimo», pero no pudo celebrarlo con él porque hasta el móvil había desconectado.

Los vecinos, que hacían corrillos en la plaza Joaquín María López frente a la administración, miraban de reojo hacía el local de la lotería con la intención de detectar a alguno de los agraciados, e incluso aseguraban que otro había enseñado dos décimos premiados y se había ido rápido a su casa también.

Al cabo de dos horas un par de ejecutivos financieros, que llamaban poderosamente la atención por sus trajes, se acercaron «a captar clientes», como explicaron John Larrinaga y Vicente Verdú que finalmente se fueron con las manos vacías, porque al único que detectaron, que con tanta premura había dejado el trabajo en manos de su hermana «trabaja ya con la Caixa», apuntaron.

Este segundo premio dejó en Los Ángeles 1.250.000 euros del total de 1.600.000 euros que cayeron en la ciudad. Encarna Pérez se ha sacado la espinita porque nunca antes había repartido millones del Gordo: «Todo es empezar», reía esperanzada ante cuantos se acercaron pidiendo la del Niño. El trasiego en ventanilla fue un no parar pero ninguno de los agraciados quiso acercarse. «Me han llamado algunos y ya les he dicho que lo lleven al banco cuanto antes». Y que actúen con «prudencia», como corroboraba el propio delegado provincial de Loterías y Apuestas del Estado, José Miguel Romero, que se recorrió la gran mayoría de las administraciones que repartieron la fortuna animando a abrir las botellas de cava para celebrarlo. «Impuesto retenido, impuesto pagado, el banco se lo va a retener, no les pueden exigir nada y si hay algún problema me llamáis», aconsejaba.

Otras seis administraciones de la ciudad invitaron a cava como hizo Encarna: en la Plaza Nueva, Macarena Tur repartió 200.000 euros del cuarto premio y recordaba los millones que también salieron de su local por el segundo premio el año pasado; también del cuarto premio, la administración en la plaza General Mancha celebraba su estreno con premio de la lotería. Un décimo y por los pelos porque lo vendió a las 22.00 horas de la noche. Otros 100.000 euros del tercer premio, dos décimos, salieron del Centro Comercial Plaza Mar. El quinto premio sumó 30.000 euros más en tres administraciones: Trini Gómez, en la avenida de la Estación, en su tercera Navidad consecutiva dando premios; Isabel Alonso, en la de El Corte Inglés de la avenida Federico Soto, que tiró de «máquina» al quedarse el lunes sin décimos por ventanilla; y en la avenida de Novelda dieron la suerte a otro de los décimos.