Cerca de 2.000 personas con enfermedad mental grave están a la espera de conseguir plaza en una residencia, centro de día o centro de rehabilitación e inserción social de la provincia de Alicante. La zona del Vinalopó medio es, según datos de la Conselleria de Igualdad, la que más personas tiene a la espera de conseguir un recurso, con 814 personas, seguida de la comarca de la Marina Baja, con 767. Desde el departamento de Mónica Oltra culpan al anterior Gobierno del PP de la situación heredada y sostienen que trabajan para reducir esta enorme lista de espera lo antes posible. En este sentido, desde la Conselleria aseguran que se ha incrementado un 23% el dinero para sufragar el gasto en residencias a personas con enfermedad mental y que se está en conversaciones con Sanidad para atenuar esta situación.
Mientras, en la provincia de Alicante continúan pendientes de poner en servicio 346 plazas para enfermos mentales distribuidas en cuatro centros ya construidos y que acumulan años de retraso. Uno de ellos es el centro El Barranquet de Alcoy, con 40 plazas para residencia y 20 de centro de día. Desde la Conselleria de Igualdad señalan que en breve se publicará una orden de ayudas para el equipamiento del centro y ya se cuenta con una partida presupuestaria para ponerlo en marcha a comienzos del próximo año.
También está pendiente de abrir el Centro Especializado de Enfermos Mentales (CEEM) de Elche, con 40 plazas residenciales, y un centro de día con 20. Esta instalación está desde hace dos años construida y sin uso por falta de financiación. En Crevillent también está pendiente de comenzar a funcionar un Centro de Rehabilitación e Integración Social con capacidad máxima para 100 personas. Desde la Conselleria de Igualdad afirman que se está a la espera de solventar un problema técnico para sacarlo a licitación, si buen es una instalación «que depende del Ayuntamiento». Por último, sigue cerrado el Centro de Rehabilitación Psicosocial, ubicado en Sant Joan y que pertenece a la Diputación Provincial. Unas dependencias para 56 pacientes en residencia, 20 en centro de día y 50 en un Centro de Rehabilitación e Integración Social. Hace dos años que estas instalaciones están terminadas y cerradas. Sin embargo, de cuándo podrá comenzar a funcionar nada se sabe, ya que, a preguntas de este diario, desde la Diputación eludieron dar una fecha. La apertura de estos centros supondría un importante desahogo. Y es que fuentes sindicales de la Conselleria de Igualdad denuncian que la provincia sólo dispone de 70 plazas públicas en residencias para ingresar a enfermos mentales. Una escasez que se palía, aseguran estas fuentes, dando subvenciones para realizar ingresos en centros privados que disponen en la provincia de unas 400 plazas para enfermos mentales, aunque no es suficiente
Este desequilibrio provoca que haya gente que esté esperando una plaza hasta cinco años. El perfil más habitual suele ser el de un matrimonio de edad avanzada con un hijo que sufre de alguna enfermedad mental y que ya no se puede hacer cargo de él, por lo que su estado de salud se deteriora progresivamente. También hay muchos casos de personas que continuamente ingresan en los hospitales, donde las estancias son por pocos días, y enseguida vuelven a salir.
Desde la conselleria señalan que la salud mental ha sido una de las grandes olvidadas y que tras el cierre de los antiguos manicomios no se estableció un plan para evaluar cómo atender a estas personas.
