El pleno del próximo día 22 de diciembre aprobará una nueva versión del plan urbanístico para ampliar el cementerio municipal (con el doble de espacio) y cubrir las necesidades de enterramientos para los próximos 75 años. El concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, destaca entre las novedades la reserva de espacio para un recinto judío y otro islámico.

Por otro lado, el plan contempla un parque para las cenizas y un cementerio para las mascotas. Estas medidas se incluirían en la primera fase del proyecto y, en una segunda, se construirá un tanatorio y crematorio municipal en una zona del nuevo cementerio «alejada de viviendas», destacó el edil.

Pavón recordó que es la tercera revisión del plan de ampliación del cementerio, que lleva diez años de trámites. La nueva versión se presentó ayer a los miembros de la comisión de Urbanismo que la aprobaron por unanimidad y pasará después por pleno antes de enviarse al Consell para su aprobación definitiva. Una vez que eso ocurra podrá iniciarse la primera fase de la ampliación, para la que ya se han expropiado un 40% de los terrenos. No obstante, Pavón no se aventuró a dar plazos. Con esa primera fase, se cubrirían las necesidades de enterramiento para los próximos 22 años y con las siguientes se garantizaría espacio hasta para 75 años.

El nuevo plan dará prioridad a los enterramientos subterráneos frente a los nichos en vertical y se presenta con una idea de «parque cementerio», destaca Pavón, quien agrega que los elementos patrimoniales que se recogerán en el catálogo de protección para salvaguardarlos. El edil incide en la intención de «dar visibilidad a sucesos que han ocurrido en la ciudad», mediante un espacio alusivo a la memoria histórica.

En cuanto a la vía pecuaria que cruza el ámbito del nuevo cementerio, habrá un trazado alternativo para evitar dividir en dos el camposanto.