Casi un centenar de hosteleros (a la una de la tarde ya se habían repartido 80 números) se desplazaron ayer a las oficinas de Ocupación de la Vía Pública ante la proximidad de la caducidad de sus licencias, en la mayor parte de los casos el 31 de diciembre. Muchos todavía no tenían una respuesta sobre la renovación del permiso que pidieron hace meses. Otros fueron a por la carta de pago de la tasa o a recoger la cartulina con la autorización para poder colocarla en sus locales y evitar multas el 1 de enero. Se quejan de que la atención al público se haya reducido a dos días por semana.
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